Cintas chilenas triunfaron como Mejor Película y Documental Iberoamericano
La película Post mórtem, de Pablo Larraín, y el documental Nostalgia de la luz, de Patricio Guzmán, ganaron ayer los premios a Mejor Película y Mejor Documental Iberoamericano, respectivamente, en el 26° Festival de Cine de Guadalajara.
En general, se trató de una presentación brillante para Chile, que estaba en México con nueve títulos y que, además, había obtenido el premio Churubusco por el guión de Las niñas quispe, de Sebastián Sepúlveda.
La película de Pablo Larraín se llevó, además, los premios a Mejor Actor para Alfredo Castro, Mejor Fotografía para Sergio Armstrong y una recomendación especial para ser considerada en los próximos Globos de Oro. El filme fue estrenado en agosto del 2010, en el Festival de Cine de Venecia, y desde su exhibición ha logrado gran cantidad de críticas positivas en medios internacionales.
Post mórtem competía junto a otras 13 películas iberoamericanas, entre las que también figuraba la chilena La lección de pintura, de Pablo Perelman. El filme de Larraín sigue la odisea de Mario Cornejo (Alfredo Castro), gris funcionario de la morgue que tras el golpe de estado de 1973 comienza a trabajar para los militares. La importante presencia del cine chileno en Guadalajara (uno de los mayores festivales de cine latinoamericanos) fue articulada por Cinema Chile, organismo que representa a la cinematografía local en el exterior.
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