“Amor en la Gran Ciudad” es una colección de fragmentos de la vida de dos amigos jóvenes en Seúl, un hombre gay y una mujer a la que le ponen el sobrenombre de “la perra loca” en la universidad donde ambos se conocen. La película los sigue durante la década de sus 20’s mientras pasan por todas las etapas de esta edad: desde vivir con sus padres y salir de la universidad -y enfrentarse al mundo laboral, donde sus sueños y vocaciones chocan con la realidad- hasta compartir un departamento, el miedo a la soledad y a no encajar en lo que se espera de ellos. También se muestran sus primeras relaciones sentimentales de mayor importancia, junto a las proyecciones que algunas de ellas podrían tener y, por supuesto, K-Drama, varios corazones rotos durante estos años.
La gran diferencia entre esta película y otras que previamente han mostrado este mismo viaje -aparte de que no exista una conexión romántica gradual entre los protagonistas, evidentemente- es que “Amor en la Gran Ciudad” se enfoca en el apoyo mutuo entre estos dos amigos que tienen en común no sólo la construcción de su propia identidad, típica de este momento de la vida, sino que en el sentimiento de ser, ambos, rechazados e incomprendidos por la sociedad en la que viven. Esto principalmente por razones que tienen que ver exclusivamente con su sexualidad. Es una sociedad coreana mucho más conservadora que la actual, pues la película está situada poco más de una década atrás.
El amigo de este joven duo inseparable es Heung-soo, un hombre gay que no ha salido del clóset y que vive en el constante miedo de ser descubierto por sus compañeros de la universidad, manteniendo este tema, además, como un tabú con su madre, que lamentablemente enviudó hace unos años. Su amiga es Jae-hee, una mujer sin miedos a expresarse como ella realmente es, con una vida sexualmente activa que es reprochada por esta sociedad machista que no cuestiona, claro, comportamientos similares en hombres heterosexuales. Así ambos se convierten, más que en amigos a toda prueba, en hermanos del alma que se defienden juntos frente a un mundo que los va a poner a prueba, muchas veces. Aquí se expande la idea de la película de mostrar a la amistad como una forma de amor muy importante en la vida de estos personajes. La amistad entendida como esta conexión profunda. Esos amigos por los que darías todo… no cualquier conocido o ex compañero de la universidad.
If obsession isn’t love, then I’ve never loved before.
Es especialmente delicada y bien realizada la mirada que la película sabe darle al dilema de Heung-soo, que se niega al amor con otro hombre hasta que finalmente, cuando esto ocurre, no tiene idea de como manejar sus emociones, especialmente frente a otros hombres gays que están mucho más seguros de quienes son, que se expresan abiertamente y con mayor libertad. Interesante también es el enfoque que le dan a su madre, que aunque aparece muy poco en el largometraje, sí le regalan una escena donde se sugiere tiernamente como los padres intentan, al menos, encontrar formas para poder comprender a sus hijos, haciéndole el guiño a una película muy conocida de hace unos años atrás: «Call me by your name» (2017) de Luca Guadagnino.
¡No sabes lo que es el amor, imbécil estúpido!
Es una película de contrastes: así como puede ser por momentos una comedia light, tierna y divertida, también puede ser realista y violenta, como cuando Jae-hee es golpeada en su propia casa por un ex, lo que inmediatamente le entrega al espectador la sensación inmersiva de vulnerabilidad que muchas mujeres sienten tanto en esa sociedad como en nuestro mundo actual. Hay muchas cosas que no han cambiado en una década.
Solo llora tonto. Puedes llorar.
“Amor en la Gran Ciudad” es una película que trata con mucho cariño y cuidado a sus personajes, haciéndonos preocuparnos por sus dolores internos ante el rechazo de los demás, reír con sus locuras (como tatuajes de los que no se tiene memoria) y, como la vida misma, acompañarlos momentáneamente entre penas y alegrías, mientras crecen y se van haciendo más seguros de sí mismos.