Una película al día #21: “Man on wire” (2008)

[ por: Andrés Daly ]

La historia de la acción de arte, aventura, acto ilegal, hermosa locura o como se le quiera llamar que Philippe Petit y un pequeño grupo de amigos cómplices realizaron en 1974 es tan asbolutamente increíble que, nuevamente, prueba que la realidad siempre supera a la ficción.

Este documental de James Marsh, premiado como uno de los mejores del año pasado, narra la historia verídica de Petit, un extrovertido y delgado hombre francés que a los 24 años de edad siente la necesidad inmediata de caminar en el aire de Nueva York. Esto, entre dos de los edificios más altos del mundo por entonces, las torres gemelas del World Trade Center. Para ello, recluta a sus amigos y entre todos colocarán, durante una noche, un precario pero efectivo aparataje que sostiene el único cable donde él caminará, sin ningún tipo de resguardo, a 11o pisos (415 metros) de altura del suelo. Petit une por única y como sabemos hoy, irrepetible vez, ambas construcciones.

Las torres crecen / El hombre que las uniría, crece

Petit haciéndose pasar por obrero para analizar el terreno

Post: Petit, hoy, explicando el plan

Plan: reconstrucción

«El 7 de agosto de 1974, poco después de las 7:15 de la mañana, Petit partió de la torre sur sobre su cable de acero. Con 24 años de edad, cruzó ocho veces entre las torres casi terminadas, un cuarto de milla sobre las aceras de Manhattan, en un evento que duró unos 45 minutos. Durante ese tiempo, además de caminar, se sentó sobre el cable, hizo una reverencia y, mientras se encontraba en el cable, habló a una gaviota que volaba sobre su cabeza.

El sargento Charles Daniels, del departamento de policía de la autoridad portuaria y que fue enviado para hacer descender a Petit, contó posteriormente su experiencia:

«Observé al ‘bailarín’ —porque no podías llamarlo ‘paseante’— aproximadamente a medio camino entre las dos torres. Y cuando nos vio, sonrió y comenzó a reir, iniciando una danza sobre el cable… y cuando llegó al edificio le pedimos que bajara de la cuerda, pero en lugar de eso se dió la vuelta y corrió de nuevo a la mitad… se balanceaba arriba y abajo. Sus pies realmente perdían contacto con el cable y volvían a colocarse de nuevo sobre este… realmente increíble … Todos estábamos hechizados viéndole».3

Petit fue advertido por su amigo en la torre sur que un helicóptero de la policía vendría a sacarle del cable. Había comenzado a llover y Petit pensó que ya había corrido suficientes riesgos, por lo que decidió entregarse a la policía que le esperaba en la torre sur. Fue arrestado al bajar del cable. La policía, provocada por sus mofas mientras se encontraba sobre el cable, le esposó y tiró por unas escaleras; algo que posteriormente describiría como la parte más arriesgada de la acrobacia.4

Su audaz actuación provocó titulares en todo el mundo. Al ser preguntado por el motivo de la acrobacia, Petit diría «Cuando veo tres naranjas, hago malabares; cuando veo dos torres, las cruzo.» – Fuente: Wikipedia

Superando la historia de la operación encubierta que realiza este pequeño grupo de personas para burlar la torpe seguridad de los edificios más altos del mundo (lo que da un poco de risa) que aún no habian sido completamente concluídos (uno está prácticamente en obra gruesa), el documental no se pierde en las anécdotas, mas bien, jerarquiza las notables entrevistas que empiezan a darnos un sentido de la vida de Petit, al que vemos en fotografías y videos desde que realiza sus primeras caminatas sobre el cable, hasta el día de hoy.

¿Qué piensa Petit con respecto a…casi cualquier cosa? Resulta fascinante. ¿Cuáles son las repercusiones de realizar un acto tan demente y bello, tan fácil de describir, pero tan complejo en sus efectos inmediatos y posteriores a quienes fueron los asombrados testigos y por supuesto de quien realizó uno de los actos humanos más asombrosos que se hayan registrado? ¿Qué ocurre con Petit, su novia y sus grandes amigos después del acto?…

Man on wire

“It was like this towers were specially built for him”

Petit en el aire

«To me, it’s really so simple, that life should be lived on the edge. You have to exercise rebellion. To refuse to tape yourself to the rules, to refuse your own success, to refuse to repeat yourself, to see every day, every year, every idea as a true challenge. Then you will live your life on the tightrope.» – Philippe Petit

La música que acompaña las imágenes (videos y fotografías reales, recreaciones, entrevistas actuales) es nada menos que del gran Michael Nyman; esta música proviene de algunos de los films en los que trabajó.

Poético. Simplemente hipnotizante.

P.D. Petit estuvo presente el día en que el documental ganó el Oscar a mejor documental, y como no podía ser de otra forma, su «discurso» de aceptación es de antología.