Una película al día #67: “Love Story” (1970)

[ por: Andrés Daly ]

No puedo quitarme el tema musical de la cabeza -algo así como una romántica maldición- y eso que ya van cuatro días desde que vi esta sencilla, trágica y popular historia de amor dirigida por Arthur Hiller.

La trama no puede ser más familiar: un joven adinerado se enamora de una joven de clase media baja, es decir, el completo inverso de los argumentos de las cebollentas teleseries mexicanas y venezolanas que aparecen, si uno tiene la mala idea de prender un televisor durante las tardes. Oliver Barrett IV (Ryan O’Neal), estudiante y jugador de hockey de serios problemas paternos con su poco cariñoso, aristócrata e inexpresivo padre (Oliver Barrett III, obviamente), se enamora perdidamente de la bella Jennifer Cavalleri (Ali McGraw), una inteligente, directa y divertida chica que estudia música. Jennifer lo corresponde y pronto se embarcan en una relación atípica, rompiendo los caminos preconcebidos por sus familias y adaptando sus sueños a la relación de pareja.

Plano inicial/Plano final: todo está perdido para Oliver. Comienza/termina el flashback.
Amor condenado
Ali McGraw en full cliché in the making: «Love means never having to say you’re sorry», la frase más conocida del film.

El romance va camino al patíbulo desde el primer minuto de la película, cuando Oliver, totalmente solo frente a una cancha de patinaje y rodeado de nieve, de espaldas a la cámara, pregunta al espectador que se puede decir de una joven de 25 años que muere repentinamente. Con la pregunta, comienza realmente la película, en un flashback que transcurre mientras Oliver contempla el último lugar donde la vio ser feliz, poco antes de ingresar al hospital.

Sabia decisión de montaje que carga de mayor significado todas las escenas donde aparece Jennifer y por extensión, que va en aumento mientras pasan los años en la relación (college, universidad, primera casa, segunda casa y futuro hijo…) y se acerca inminentemente el momento de verla echada en una cama de hospital, diciendo sus últimas palabras, con la música de Francis Lai reventándonos el inconsciente. Montaje, que como pude ver en los extras del DVD, fue una decisión posterior de Hiller y el estudio, al ver que la película, antes ordenada cronológicamente, era bastante…aburrida.

Jennifer Cavalieri

You’re gonna flunk out if you don’t study.

Oliver Barrett IV

I am studying.

Jennifer Cavalieri

Bullshit. You’re looking at my legs.

Oliver Barrett IV

You know, Jenny, you’re not that great looking.

Jennifer Cavalieri

I know. But can I help it if you think so?

Atención con algunos buenos diálogos, los varios planos secuencias de seguimientos que Hiller utiliza esporádica y correctamente, y la secuencia musical en la nieve que ocurre en la universidad y su estadio; con creación de ángeles en el suelo incluída (una imagen repetida hasta el infinito en todas las películas románticas, se me viene a la cabeza la muy superior Eterno resplandor de un mente sin recuerdos de Michel Gondry), guerra, hombre nieve y otras situaciones que fueron improvisadas entre el director y sus dos actores para darle mayor atmósfera y espesor a la relación. Algo tan simple, pero que curiosamente, funciona muy bien.

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