Conversando con Pablo Larraín

[ por: Andrés Daly y Víctor Hugo Ortega ]

Esta entrevista a Pablo Larraín fue realizada el lunes 14 de enero de 2013, para el programa radial «El mundo sin Brando«, por sus conductores Andrés Daly y Víctor Hugo Ortega. Fue emitida por Radio Santo Tomás el miércoles 30 de enero de 2013 y subida a las plataforma Podcaster.cl y MixCloud.com, en donde puede ser escuchada íntegramente.

Esta entrevista ha sido publicada íntegramente en formato de texto en el sitio CineChile.cl, el 24 de febrero de 2013. La transcripción fue realizada por Colectivo Miope. Puedes leer un fragmento de la conversación a continuación.

Víctor: Teníamos una deuda –hace mucho tiempo–, desde el capítulo #75 dedicado a la película No, de Pablo Larraín, donde lo habíamos pelado, habíamos dicho que le habíamos escrito, ¿no cierto? Habíamos dicho “porqué no respondió ese correo que mandamos…”

Andrés: (interrumpiendo) Tu mandaste el comentario….

Víctor: Mandé el comentario “al aire”…y ahora está acá, en El Mundo sin Brando, Pablo Larraín, con esta flamante nominación al Óscar a la mejor película extranjera. Así que, te doy la bienvenida, Pablo, y te agradezco por estar acá.

Pablo: Muchas gracias y encantado de asistir… de venir.

Andrés: Bienvenido. Y claro, esta nominación tan reciente, en cierta forma generó un gran revuelo periodístico, y ha tenido que ver con esta cosa que tu también escribías, Víctor, en un artículo que publicaste en Cinechile.cl, una mezcla de distintos elementos; por un lado, este reconocimiento importantísimo y un hito dentro del cine chileno; y, por otro lado, también, despierta en otras personas –que a lo mejor no están tan cercanas al cine– esta idea de pronto media fetichista –como decías tú. Porque todo el mundo conoce el Óscar y, al decir “hay una película chilena”, se despierta un mayor interés en ver la película y posibilidades de reestreno y todo lo que está pasando ahora con tu película.

Pablo: Ehm… si. Eso es quizá lo mejor que tiene. Que mucha más gente se entera de la película y mucha más gente quiere verla. Y eso es súper choro, como que la película va a volver a salas ahora. Y eso, puta, no sé po’, tener una película en salas es lo que uno más quiere en la vida. Que la película se esté viendo, por personas. Esto hace que más gente la vea y llega muy bien, porque es antes de los estrenos que vienen ahora de Estados Unidos, de Europa, Asia, en fin, son muchos países; y hubo más gente que la quiso comprar, y la van a tirar con más copias ahora. Crece. Y eso es fascinante.

Andrés: Eso es notable, que lo genere.

Pablo: Produce eso… porque también en el nivel más estrictamente artístico –si se quiere–, o estético, o de apreciación, seguramente hay películas chilenas que han estado en lugares, festivales o instancias, que tienen la misma complejidad, sofisticación o más. Lo que pasa es que el Óscar implica un elemento mediático muy fuerte y depende mucho también de cuales películas hayan cada año. Yo encuentro que dentro de todo, en general – como poníai tu en el texto, hoy día lo leí– estoy de acuerdo po’ hueón, completamente. En el sentido de que el Óscar igual ha atinado y le ha dado cuatro oscares a Fellini, por ejemplo, o a Bergman, a Kurosawa –si no me equivoco. Entonces, ha logrado también un standard en el otro lado del mundo –del cine– que también es interesante.

Víctor: Si po’, aparte que –lo que yo explicaba ahí– que era mi fetiche favorito del Óscar, es que el Óscar a la mejor película extranjera no existía y se lo dieron a Vittorio De Sica por El Limpiabotas y El Ladrón de Bicicletas, como diciendo: “ustedes no lo reconocen, lo recocemos nosotros”. Entonces, encuentro que es muy astuta como estrategia comercial lo que hace la Academia.

Pablo: Y además con esas dos películas, y con De Sica. Entonces, hay algo ahí que hace que tenga también un interés artístico que es choro. Pero, como te digo, hay otras películas chilenas, muchas, que han logrado estar en lugares que, personalmente, me producen el mismo respeto, con respecto a la cinefilia.

AndrésTotalmente. Claro. Pero el Óscar tiene ese pedazo en el corazón de uno como cinéfilo. Y todos los años uno mira los Óscar –independiente que esté de acuerdo o no–, discute….hemos pelado. Como en el segundo o tercer capítulo estábamos pelando a los Óscar contra Cannes.

Pablo: Uno los ve en La Red ¿no? O en streaming.

Víctor: Oye, bueno, ha sido rápido lo que ha pasado con tu carrera –si lo podemos llamar así, entre comillas–, siempre es una invitación a poder hablar de carreras, de trayectorias. Pero, ha pasado rápido el tiempo; 2006 Fuga, 2012 No, son seis años y has tenido una evolución importante en términos de temáticas, de estilos, ¿cómo lo has visto tú?

Pablo:  Lo que pasa es que no le sumai todo lo que uno se demora en hacer una buena película.

Víctor y Andrés: Claro.

Pablo: Fue estrenada el 2006 [Fuga], y yo me demoré mucho tiempo en poder hacer esa película.

Víctor: Claro, pero lo veo también desde la visión…

Pablo: (interrumpiendo)…No, sí te comprendo…yo diría que son como unos diez años…

Víctor: (continua) la visión del público general. Ese público que ahora está diciendo “Ah, tenemos a Pablo Larraín nominado al Óscar”, y te googlea, ve tu ficha técnica…

Andrés: ¿El que ve IMDb, dices tú?

Víctor: El que ve IMDb o FilmAffinity…

Andrés: Pero, claro –como dices tú–, ahí está todo el backup

Víctor: Pero me interesa saber como has visto tu evolución como cineasta, desde Fuga hasta ahora.

Pablo: Entiendo la pregunta, me cuesta contestarla porque es más espontáneo. No soy del tipo de persona que planifica tanto las cosas. He ido haciendo una película después de la otra, encontrándome con ella. Y hemos tenido la suerte de aprender a hacerlas y de entender la plataforma, y cómo plantearlas y cómo promoverlas, también. Y eso también lo hemos podido compartir con otros directores. Tengo la suerte de tener a mi hermano, Juan, que trabaja conmigo –que es el productor– que es el gerente de la oficina y es en realidad quien lleva el barco. Pero ha sido muy espontáneo y he ido aprendiendo ene. Me he equivocado muchísimo, y lo he pasado bien y mal. Y cada película ha tenido una personalidad y eso me gusta. Me interesa muchísimo poder hacer películas que tengan una personalidad en sí misma y no representen tanto referencias de otros como mías. Yo creo que cada película es un ciclo, de alguna manera. Aunque haya películas sobre una misma materia, yo las veo como personitas en el sentido que son súper distintas entre ellas. Y eso me interesa. Hay algunas mas defectuosas que otras, que odio, que cambiaria de nuevo mil veces, y otras que me han empezado a gustar en el tiempo y otras que me han dejado de gustar.

Víctor: Por ejemplo, qué cosas te han empezado a gustar con el tiempo, de tus películas.

Pablo: Yo con el tiempo le he empezado a tener mucho cariño a Post Mortem. Ha envejecido muy bien en mí esa película, y no tanto las otras. No digo No porque está muy cerca. Lo que pasa es que también es difícil hacer una apreciación estética de tus propias películas porque lo que uno también hace es que vive con ellasCada película también es un periodo de tu vida, un momento. Entonces, el cine –afortunadamente para mí– es también poder hacerlo. Cuando uno lo hace es muy de experiencia. Entonces está conectado a demasiadas cosas. Es muy difícil para mi tomar distancia y tener una apreciación coherente. Lo que si te puedo decir que lo he pasado mejor con unas que con otras. Y he aprendido a disfrutar más el proceso. A ratos al principio era la ansiedad de filmar. Y después con el tiempo empezai a disfrutar más el montaje o a veces la escritura; o ya solamente a pensar en la película. Yo, por ejemplo, antes de hacer cada película –y ahora también– descarto miles de ideas. Leo mucho sobre algo y lo boto. De repente viene otra cosa, me interesa otra cosa y la boto. Y en esa botada pasaste por leer muchas cosas y es un mundo fascinante, o te perdís: “Ohhh, que lata esto” [risas], o te da miedo, o veis películas del tema…

Andrés: (interrumpiendo)… y decís “esto no lo voy a poder hacer…”

Pablo: O, esto no lo voy a superar nunca….”no te metai ahí, porque”… ¿me entendís? Y también empezar a buscar lugares más libres, que –es lo que yo creo– es el gran mérito de No.

Andrés: Totalmente. Oye, y cuando fueron armándose estas cosas, porque ahora mucho de lo que se menciona tiene que ver con esta idea de que No –y tú también lo has dicho–, como que cierra una cierta mirada que tú le quisiste dar un periodo histórico en Chile que no estaba tomado, en los elementos que tú tocaste, ¿eso fue algo que se dio naturalmente?

Pablo: Sí, es una trilogía inesperada. No es algo planificado….Fue muy loco porque habíamos hecho Fuga, había sido chocar de frente contra un muro a 100 kilómetros por hora y sin cinturón de seguridad [risas]. Entonces, pasó eso, aprendimos muchas cosas, buenas y malas, pero fue una película que no pudimos disfrutar.

Andrés: ¿Fue la más sufrida de todas?

Pablo: Sí… la disfrutamos hasta que salimos pa’ fuera con la película. Y no lo digo por las críticas,  si no porque yo en el tiempo le encontré mucho sentido a que es una película muydespelotada en miles de lados. Entonces, también, no soy autocomplaciente con la película, como de que “nadie la entendió”, no. No van a escuchar eso de mí [risas]. Hay cosas que creo que son valiosas y que no les dieron mucha atención y que se les pudo haber dado. No pasó. Pero no por eso voy a pensar tanto lo contrario.

Y, después, hicimos Tony Manero, surge esa película, con muchas libertad la filmamos. Y cuando la estábamos editando y supimos que habíamos quedado en Cannes, que fue un gran día, casi más grande que el día que nos dieron la nominación [al Óscar]; porque fue como un primer paso para la humanidad; para nosotros fue como un “venimos de Fuga y quedamos en Cannes”; fue como: “hueón, que bien, fueron los primeros en verla, puta, a alguien más le gusta, cacha la hueá”. Y después le fue súper bien, a nosotros nos gustó mucho la película y la encontramos muy interesante, también. Y cuando estábamos haciendo eso –y  esta es la historia de No; yo no sé si lo he contado–, un productor canadiense llegó a Chile y citó a cinco productoras en un café, en un restaurant, en un bar, y no llegaron ninguna de las cinco salvo nosotros. No tengo idea porqué, y era un productor bien conocido que tenía varios oscares, en fin. Un productor que después salió del proyecto. Imagínate como es la hueá, loca.

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Continúa leyendo la conversación en la página de CineChile.cl, o escúchala en el capítulo #99 de  «El mundo sin Brando».