Matías Bize: Análisis de Autor

Lenguaje propuesto en su cuerpo fílmico

[ por: Claudia Aravena ]

Introducción

En el siguiente ensayo analizare a Matías Bize (1979), productor, guionista y director de cine chileno. Quien ha conseguido importantes premios internacionalmente con sus cuatro producciones de largometrajes. En este caso, analizaremos su tercer largometraje, “Lo bueno de Llorar” (2006), que fue rodado en España; y su último trabajo, “La vida de los Peces” (2009), rodada en Chile.

Aparentemente, Matías Bize realiza propuestas sencillas en espacios y trasfondo. La profundidad e intensidad de sus relatos, de las frases y silencios del guión, su aproximación a los sentimientos amorosos, se combina a la perfección con los recursos propios de cineasta (como lo son sus planos secuencia, encuadres, primer plano) y con un certero uso de lugares donde transcurren las grabaciones: las calles de Barcelona en “Lo bueno de Llorar”, o la casa donde se celebra la fiesta de “La vida de los Peces” se convierten en espacios moldeables tomando protagonismo, casi tanto, como los propios personajes. Espacios que también, dialogan durante el transcurso de los largometrajes.

Si bien, ambas películas son filmadas en contextos distintos (uno en la ciudad y otro solo en una casa), podemos identificar lenguajes similares, característicos de su Director.

Lo Bueno de Llorar

“Una relación de pareja se acaba. No es una ruptura fácil, sino que conlleva una larga noche de decisiones, dudas, miedos, mentiras, silencios, reflexiones y discusiones. Esta historia es un viaje desde lo más alto de Barcelona hasta el mar. A través de diferentes situaciones y conversaciones, la pareja desvelará los secretos más íntimos de su relación. Vera y Alejandro nos permiten explorar las grandes mentiras que pueden existir en una pareja y también las grandes verdades del ser humano. Sus mundos particulares, sus miedos y fracasos, sus anhelos y ambiciones, salen a la luz en un recorrido que emprenden y que, aunque no lo saben, no tendrá vuelta atrás en sus vidas.” (1)

La noche en las calles de Barcelona es el escenario perfecto para la catarsis de una pareja que, tras largos años de relación, llega a su fin. Las dudas, miedos, reflexiones, mentiras y silencios son los conceptos que se aplican al momento de elegir los espacios físicos que transcurren en la película. Abundan los largos planos secuencia y planos medios donde la ausencia de dialogo permite percibir las calles como actor principal, consiguiendo una  mayor intensidad en la interpretación y para entrar en la realidad de la ciudad. Los paseos vacios por la ciudad no dicen nada y lo están diciendo todo, ya que la luz oscura de la noche, nos habla del estado y argumentación del film.

“La iluminación tiende hacia un azul sucio, bastante adecuado para la historia nocturna, la cámara utiliza muy bien un lente gran angular en los momentos indicados, como por ejemplo durante un largo plano secuencia en el supermercado, en uno de los momentos más intensos de la historia.” (2)

El plano general a plano cerrado de la película, está enfocada en un bar, donde termina la escena con las dos copas de vino vacía, es metafóricamente, el mejor comienzo para la narración del film. Seguido por el recorrido de la ciudad, logramos reconocer una bella arquitectura clásica, por medio de un steadycam, donde de trasfondo identificamos la presencia de culturas urbanas, un ejemplo, es por medio de los grafitis en los muros.

Las luces de las calles de la ciudad, el acceso a la estación del metro y su trayecto, el ambiente de un local de fiesta, instancia en el interior de un supermercado y para finalizar con la atmósfera de la orilla del mar al amanecer, nos demuestra que los espacios determinan todas las acciones de la pareja y por ende sus recuerdos; viéndose en estas calles, algunas muy angostas, es  la viva demostración de cómo la arquitectura condiciona gran parte de estas sensaciones por tratarse de espacios y circulaciones, donde es difícil huir, enfatizándose las sensaciones de miedos y reflexiones.

La Vida de los Peces

“Andrés, un periodista chileno radicado en Berlín, quien, después de 10 años sin visitar su país vuelve a cerrar sus últimos vínculos con el mismo. La historia parte con el protagonista, encarnado por el actor Santiago Cabrera, despidiéndose de la fiesta en la que se reencontró con sus amigos de la niñez, sin embargo, su camino hacia la salida se verá interrumpido con el encuentro fortuito que tendrá con Beatriz, un viejo amor y, tal vez, el único realmente importante en su vida. Desde aquí la película transcurrirá completamente en la casa donde se celebraba la fiesta, ahí conoceremos parte del pasado del protagonista y nos enfrentaremos a un dilema amoroso digno de recordar”. (3)

El rodaje se realizo en una casa de San Damián (Las Condes, Chile), la que fue completamente modificada para el film, desde las pinturas, decoración hasta crear nuevas puertas que en realidad daban a los closet originales de la vivienda. Todo esto se diseño para hacer las secuencias de espacios, como salidas a los pasillos o a otro espacio interior.

El argumento de esta película, nos muestra sentimientos profundos, de completa intimidad. Esto se ve reflejado, también, en el espacio, un casa interior donde las conversaciones son en un baño (nada puede ser mas intimo que un baño), conversaciones sobre la cama, en la cocina, el patio, pasillos, etcétera; estos espacios, no son un telón de fondo, sino mas bien protagonizan en conjunto con las actuaciones.

Diferentes situaciones que hablan de la forma de vida y de cómo se habita y convives en los interiores de un hogar. El realismo y cercanía de la narración, está completamente relacionada con la realidad de la casa, las atmosferas y luz hacen de cada espacio un lugar diferente que hacen del transcurso de la película el integrarse como espectador y vivir cada emoción.

Conclusión

Si bien uno lee entrevistas o criticas de las películas de Matías Bize, no encontraremos ningún comentario relacionado al por qué de las elecciones de estos espacios físicos, lo que nos podría hacer creer que no es de su importancia, pero como no creo en las casualidades, puedo reconocer la intensión de contar historias con argumentos similares en tiempos y espacios reducidos.

Podemos identificar proyectos de desarrollos simples, ambas películas están hechas en una sola locación y con cámara en mano (steadycam). Ambas características pueden no notarse ante un espectador, debido a la diversidad de atmosferas encontradas en ellas. Lo que lo hace un excelente observador de espacios y acciones urbanas, acercándonos siempre a la realidad, a pesar que se trate de historias de ficción.

La luz, es uno de los más importantes recursos del director, es un importante personaje dentro de una creación artística, puede provocar cambios radícales en la manera en que el espectador percibe y reacciona ante ella. Caracteriza espacios diferenciándolos unos de otros, transmitiendo diversos mensajes.

Finalmente, debemos reconocer el crecimiento profesional en el cine chileno, Matías Bize, es el mejor ejemplo. Existen cualidades únicas en este director que hacen de cada una de sus obras una relación directa con los espectadores, gracias a su realismo, tanto en historias como en los espacios físicos.


Claudia Aravena es alumna del curso Cine+Arquitectura, en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Andrés Bello, en el segundo semestre del 2011; un curso dictado por el Arquitecto docente Andrés Daly, editor de este sitio web. La alumna actualmente cursa la carrera de Arquitectura. La publicación de su trabajo -la primera entrega de ese curso- en este sitio forma parte de la difusión realizada a un conjunto destacado de ensayos, videos y planimetrías realizadas por alumnos durante diferentes semestres, en distintas universidades, sobre esta temática.

 

 

Bibliografía

(1)   LA BUTACA. NET, Revista de Cine. “Lo bueno de llorar”.

(2) CRITICA.CL, Revista digital. “Lo bueno de llorar”

(3) LA TERCERA, Crítica de cine: “La vida de los peces”

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