Sexo, Sangre y Gloria: La Oscura Belleza de la Trilogía de Ti West

Please, I’m a star!

Recuerdo la primera vez que vi X (2022) y sentí que era mucho más que una película que aborda los inicios de la pornografía de bajo presupuesto pero con altas ganancias. Ti West no solo retrata la importancia de pertenecer a una industria que podría abrir puertas hacia la fama para quienes Hollywood había rechazado, sino que explora temas más profundos: las consecuencias y frustraciones de dicho rechazo, incluso cuando el talento está presente. ¿Qué queda para una mujer? ¿Qué queda para los realizadores audiovisuales y productores? La película reflexiona sobre cómo el sexo y el cuerpo se convierten en un recurso único de transacción o trabajo.

Este mensaje también puede conectarse con el presente, donde plataformas de contenido para adultos ofrecen una ventana de visibilidad para quienes desean dedicarse al mundo de las pantallas. Estas plataformas, accesibles ahora a través de teléfonos y suscripciones, han transformado la dinámica de esta industria. Ti West logra conectar pasado y presente sin caer en discursos panfletarios ni reiterativos, mientras envuelve la narrativa en el terror con elementos gore y la sitúa en un periodo de gran incertidumbre económica y política, lo que hace que la trama resulte auténtica y cercana a la realidad de los personajes.

Pearl (2022)

La película presenta a Maxine (Mia Goth), una joven decidida a alcanzar la fama sin importar los peligros a su alrededor. Su ambición y fortaleza se enfrentan a Pearl (también interpretada magistralmente por Mia Goth), una anciana atrapada en su amargura y arrepentimiento por los sueños no cumplidos de convertirse en una estrella de cine. Pearl, que vive aislada en una granja con su esposo, transforma su frustración y envidia hacia los jóvenes en actos de violencia. Este contraste entre generaciones resalta temas como el paso del tiempo, el conservadurismo y el deseo reprimido, mientras Pearl observa con desprecio y anhelo a los jóvenes que alquilan su propiedad para grabar una película pornográfica.

X (2022)

En Pearl (2022), precuela de X, Ti West nos lleva a los orígenes del personaje titular. Situada en 1918, esta película explora los motivos que llevaron a Pearl a convertirse en quien es. Aquí conocemos a una joven llena de sueños, atrapada en una vida monótona y dominada por una madre estricta y controladora. Pearl sueña con ser una estrella del cine, pero pronto se enfrenta al cruel rechazo de la industria, a pesar de su enorme deseo de destacar. La angustia y la desesperación culminan en un icónico monólogo de Mia Goth, donde expresa su frustración con una intensidad desgarradora.

La película toma inspiración visual y narrativa de clásicos como El Mago de Oz (The Wizard of Oz, 1939), estableciendo un paralelismo entre la fantasía de Pearl y la búsqueda de Dorothy por un lugar donde pertenecer. Sin embargo, mientras Dorothy encuentra esperanza, Pearl se pierde en sus propios sueños rotos, llevando su ira a extremos violentos. Esta cinta no solo amplía el contexto emocional del personaje, sino que también se convierte en una reflexión sobre cómo el rechazo puede alimentar los impulsos más oscuros.

 

Maxxxine (2024)

Finalmente, MaXXXine (2024) cierra la trilogía retomando la vida de Maxine después de los eventos de X. Ahora en la década de 1980, en plena explosión de los videoclips y el fitness, Maxine lucha por hacerse un lugar en Hollywood. En esta entrega, Ti West explora el coste personal y psicológico de la ambición desmedida, mostrando a Maxine enfrentándose tanto a su pasado como a su entorno actual. Aquí surge la figura de su padre, un predicador televisivo cuya influencia religiosa marcó profundamente su infancia y que vuelve como una representación de sus conflictos internos. La tensión se amplifica cuando Maxine descubre que no basta con escapar físicamente de un lugar; sus demonios internos siguen persiguiéndola.

En conjunto, la trilogía de Ti West aborda tres temas fundamentales: el sexo, el rechazo y la fantasía. Cada una de estas películas expone cómo las mujeres han sido constantemente enfrentadas a estos conceptos dentro del espectáculo y la industria del cine. A través de esta narrativa brutalmente honesta, West no solo cuenta historias de terror, sino que nos invita a reflexionar sobre las estructuras de poder y las luchas emocionales que, lamentablemente, permanecen vigentes incluso hoy en día.