This is the End

por: Luis Felipe Zúñiga

 

Con cierto dejo de nostalgia me entero que Blockbuster está desapareciendo. Haciendo un catastro junto a un compinche cinéfilo contabilizamos al ojo que apenas un puñado de locales continúan atendiendo público en la capital santiaguina. El resto está en proceso de cierre, liquidando todo su stock. El panorama se vuelve abismante luego que hace un par de días, la cadena de arriendo y venta de películas más importante de las últimas décadas, anunciara el cese definitivo de operaciones de todas las tiendas que aún se mantenían funcionando en EE.UU. Un decisión irremediable, empujada por la fuerte presión ejercida por el auge de los contenidos online y las descargas digitales. Y sin duda un claro indicio que vaticina el fin de la existencia como la conocemos. Al menos en lo que respecta al cómo vemos películas.

En medio de este panorama cinema-apocalíptico una comedia viene a reírse justamente del sinnúmero de profecías que un año atrás se expandían exponencialmente alrededor del orbe augurando el fin de la humanidad. Estrenada con éxito a mediados de año en salas estadounidenses, This is the End responde a la rotunda pregunta de cómo nos comportaríamos si el final de los tiempos golpeara súbitamente a nuestra puerta. Intentan dar respuesta a aquella aterradora interrogante el actor Seth Rogen (quien aquí también oficia como codirector y coguionista) y su pandilla de amistades de la escena cómica indiewoodense, que incluye a estrellas como James Franco, Jonah Hill, Danny McBride, Craig Robinson, Michael Cera, entre otros. Todos ellos, supuestamente interpretándose a sí mismos, lidian durante una noche de juerga con los avatares del juicio final.

Testigo de aquel devastador panorama es Jay (Jay Baruchel), quien arriba a Los Angeles con la simple idea de visitar a su antiguo amigo Seth (Rogen), pero al cabo de unas horas termina refugiándose del amenazante caos celestial junto al resto del grupo en la ampulosa mansión de James Franco. En adelante lo que vendrá será una comedia de inepta supervivencia que incluirá altas cantidades de narcóticos, absurdas posesiones diabólicas y un cúmulo de referencias cinéfilas. Por supuesto, en esta situación de crisis cada uno de los sobrevivientes llevará al extremo las cualidades que lo han caracterizado a lo largo de su carrera interpretativa. Así, mientras Seth Rogen profundiza en su faceta de regordete medio torpe y simpaticón, Franco ahonda en esa vertiente de mártir de medio pelo que lo llevó a ser nominado a un Oscar por 127 horas. Por su parte, Jonah Hill sigue persiguiendo el reconocimiento de la Academia con una detestable actitud de falsa indulgencia. Y bueno, Michael Cera….emm ¿a alguien puede importarle qué ocurre con Michael Cera?

Puede criticarse que This is the End abuse a ratos del chiste interno, aburridamente críptico para quienes no sigan de cerca la carrera del elenco de comediantes antes mencionado. Pero como filme de fantasía apocalíptica se defiende por sí solo, gracias a que cuenta con efectos especiales de primer nivel. Y, por sobre todo, por la fabulosa predicción que supone desde sus inicios: que al final, será Hollywood el que primero arderá en el infierno. Bien lo sabe Blockbuster.