Portobello es un drama estremecedor y brillantemente dirigido sobre el caso de Enzo Tortora, que muestra cómo el fracaso de la justicia y de los medios puede destruir la vida de una persona. La serie narra la historia del conocido presentador de televisión, acusado falsamente en 1983 de colaborar con la Camorra napolitana.
Tortora no solo es atacado por la justicia, sino también por la sed de sensacionalismo de los medios, que exponen su historia en los titulares y lo convierten en un blanco de la indignación pública. Fabrizio Gifuni encarna a Tortora con gran matiz, entre la ira, la desesperación y la perseverancia estoica. El director Marco Bellocchio sumerge al espectador en las encrucijadas de un sistema basado en testimonios erróneos y en la impotencia institucional. Ya en los dos primeros episodios se percibe una sensación angustiante de vulnerabilidad humana y debilidad sistémica.
Más allá de su dimensión histórica, Portobello es una reflexión crítica sobre la responsabilidad social. El caso de Tortora demuestra la importancia de una justicia rigurosa, de un periodismo responsable y de una ciudadanía crítica para prevenir errores judiciales y contrarrestar la histeria mediática. En tiempos en que los juicios apresurados y el sensacionalismo están siempre presentes, la serie sigue siendo extremadamente vigente, recordando la necesidad de estructuras que protejan los derechos humanos y limiten el poder de la opinión pública.
