Room

Pequeño universo, la no relatividad del amor

Room es un mundo creado por Jack, un niño de 5 años que vive junto a su valiente madre, quien fue raptada hace 7 años atrás, viviendo sus días en una habitación precaria para ser violada constatemente por su captor.

A pesar de lo cruda y espantosa que suena esta breve descripción, esta habitación carcelaria es para los ojos de Jack (el narrador de esta historia) lo único que conoce, es el universo finito que se expande gracias a una lucarna y un televisor. Él, quien no conoce de limitancias porque desconoce los propios limites fisicos de su universo inventado, crea mundos que lo liberan de ese pequeño espacio.

Es por esto que Room se convierte en una historia fascinante que se aleja del recurso obvio del drama conseguido por medio de imágenes violentas o llantos. Room es el amor infinito y absoluto de una madre que mantiene vivo el pequeño universo de su hijo. Aquí la relatividad es cero, todo es certero y predecible. Para ella la vida en la habitación ha llegado a su límite, mientras que para él no hay nada fuera de ella.

¿Y si todo lo que creíamos no es cierto? ¿y si el mundo se expande más allá de lo imaginable? Y es ahí cuando la historia se vuelve aún más interesante. Mientras otros habrían acabado con el rescate de ambos, Lenny Abrahamson decide mostrarnos el final feliz antes de la mitad de la película, lo que nos hace pensar

¿y qué viene ahora?

room-shed

ows_144613681173463

La vida. Más difícil de llevar de lo recordado por ella. Porque las reales complejidades están justamente fuera de la habitación.

Room es una historia de sobrevivencia y amor. Tal vez en el otro orden: una historia de amor que les permite sobrevivir y vivir, dentro y fuera del cuarto. Una historia que nos pone la piel de gallina y nos conmueve, nos da rabia y nos enternece, nos hace reflexionar y querer abrazar a Jack para luego decirle a Joy que es magnífica, aunque nadie usa esa palabra. Supongo que es ahí cuando le agradeces al cine, cuando te das cuenta que olvidaste las cámaras, el guión y tu propia pantalla. Yo les creí, creí en ellos todo el tiempo.