Una película al día #137: “Los Sobornados” (1953)

Dulce venganza

[ por: Andrés Daly ]

Una cafetera hirviendo en manos de una Femme Fatale. Un sargento de policía, de gabardina, sombrero y pistola en mano, cosechando la muerte sembrada por sus enemigos. Un criminal interpretado por Lee Marvin (The Big Red One: The Reconstruction). ¿Dónde estaban todos estos increíbles elementos que esperaba en «Los Sobornados» (The Big Heat)?. Llevaba creo que más de treinta minutos viendo esta película de Fritz Lang (Metrópolis) y no podía creer lo que veía: una sucesión de escenas sin mucha gracia, básicamente, la feliz vida del Detective Sgto. Dave Bannion (Glenn Ford, a quien vi en la la fantástica y Noir Gilda). Dave llega a su hogar, abre la puerta, coloca el sombrero sobre el perchero junto a la puerta y la gabardina bajo él. Honey, I’m Home!. Una niña pequeña lo abraza y Katie Bannion (Jocelyn Brando) lo recibe con un beso, con una bandeja de galletas en las manos y un delantal de cocina colgando del cuello.

Katie (Jocelyn Brando) y Dave Bannion (Glenn Ford). Hogar, dulce hogar.
Dave está contándole un cuento a su hija.

¿Qué diáblos es esto?. Dave está investigando sin éxito a un criminal de mucho poder llamado Mike Lagana (Alexander Scourby), constantemente blindado por sus sobornos a la policía y a otras figuras políticas de la ciudad. En un departamento donde todos los mafiosos –y sus sobornados- juegan cartas, una bella y alegre mujer envuelta en pieles se sirve unos tragos. Debby Marsh (Gloria Grahame, la misma actriz detrás de otro Film Noir que vi hace poco, In a Lonely Place) es la novia del mafioso Vince Stone (Lee Marvin), mano derecha de Lagana y un bruto de proporciones, como sabremos más adelante.

Nunca he abandonado una película a medio camino. Si soporté hasta que aparecieron los créditos, y sin salir corriendo despavorido de la sala de cine esa escoria fílmica llamada Batman Forever (1995) de Joel Schumacher, creo que todo es soportable y siempre se puede sacar algo en claro hasta de lo más malo. Pero acá me sentía ciertamente tentado. Hasta que de pronto, dos hechos de gran violencia cambian para siempre y casi en paralelo las vidas de Dave, el Detective, y de Debby, la novia del mafioso. Dos eventos totalmente inesperados que son tan impactantes, que mencionarlos aquí sería un pecado cinematográfico digno de mi auto excomunión.

Fuck you, you are dead. La transformación de Dave. Vince Stone (Lee Marvin) lo mira atónito, atrás de él, su mujer Debby (Gloria Grahame), que sufrirá su transformación en pocos minutos más.
Debby y Dave, unidos en la oscuridad.
Fuera de mi camino.

Dave y Debby se transforman después de estos eventos en un dúo lleno de oscuridad y odio a quienes perpetraron sus desgracias y juntos, se embarcan en uno de esos plots que tanto se disfrutan: el camino de la venganza. Lang me había engañado completamente, viejo astuto, y a la luz de la segunda mitad de la película, ese mundo inicial parecido a una postal sólo podía preparnos para el ajuste de cuentras que se venía.

P.D. La imagen del afiche con la cafetera no es el original, sino que un muy estiloso diseño nuevo. Esta película es parte del ciclo de Film Noir, o Cine Negro, que estoy disfrutando por primera vez: Pacto de Sangre (1944), El Desvío (1945), Gilda (1946), Niágara: Torrente Pasional (1953). Quedan al menos veinte títulos del género por ver. La fotógrafa Annie Leibovitz realizó un conjunto de bellas imágenes con famosos actores, en una historia en código de Cine Negro que puedes ver aquí.

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