Dossier Joel & Ethan Coen: Un hombre serio

Las incertidumbres de la vida

[ por: Micheell Toledo V. ]

La relación de indeterminación de Heisenberg (o el principio de incertidumbre) explica a grandes rasgos que hay cosas que se encuentran más allá del alcance de la física (como razón empírica de la realidad), propone específicamente que no se puede hacer una medición exacta de la posición y la cantidad de movimiento en un objeto en particular, ya que para poder estudiar dichas propiedades se necesitan aplicar diversos elementos (como los haces de luces) que podrían en definitiva modificar esta posición o movimiento en el objeto dado (digamos que una partícula). A grosso modo, esta es la tesis que mantiene en constante movimiento la vida de Larry Gopnick, quien, por medio de la ciencia trata de explicarles a sus alumnos de la universidad que todo el mundo vive bajo una incertidumbre, y que de cierta manera es imposible poder predecir lo que está por venir.

Larry Gopnick

Larry no es un tipo malo. De hecho, es interesante en la medida que siempre trata de hacer lo correcto. Es un padre preocupado, un esposo devoto, un buen profesor universitario, pero drásticamente las cosas comienzan a salirle mal. Y simplemente no lo entiende. Sus hijos no lo toman en cuenta, su esposa quiere terminar su largo matrimonio porque está enamorada de Sy Ableman y se ve enfrentado al soborno de un alumno para poder pasar de ramo. Todo su mundo comienza a desmoronarse, pero como buen judío que es (y esto es lo interesante de la propuesta) empieza a buscar las respuestas en Dios. Ciencia y religión se unen en un solo personaje, a través de un doble estilo de vida, en donde la física la Toráh, contribuyen a entender la dualidad del personaje de Larry.

Sy Ableman
Sy Ableman

Es su búsqueda implacable de la verdad del universo lo que lo llevará una y otra vez a plantearse las mismas interrogantes: ¿Existe un designio divino para todos nosotros? ¿Existirá uno en particular para él, específicamente? La ciencia es capaz de decirnos y aceptar de cierta manera su derrota en torno a la física, para admitir que no todo es predecible, porque hay cosas en este universo que simplemente no funcionan de esa manera. Es lo mismo que le dicen los rabinos a Larry cuando los visita en busca de consejos; Dios no lo sabe todo, Dios no maneja todos los aspectos de nuestra vida, entonces ¿cómo saber lo que nos depara? ¿Cómo entender que todo lo que nos sucede es por algo (destino) o por nada (azar)? Es la búsqueda eterna del judaísmo, conciliar la matemática con los textos sagrados, la ciencia con la religión. Pero para poder hacer esto, y sentir que su vida si tiene un designio, Larry debe transformarse en un hombre serio. Tal como lo es (o fue) Sy Ableman.

Es interesante pensar todo el trabajo numérico que se desarrolla en el “Mentaculus”, texto escrito por su hermano Arthur, en donde logra matemáticamente comprender el equilibrio del universo, practicándolo con juegos de cartas, llevándolo a buenos resultados. Entonces hay un misterio implícito, una incertidumbre que abarca lentamente el universo de “Un hombre serio”, que se expande a través de las obsesiones de los personajes, de su contexto histórico como procesos de cambios, de su identidad como judíos, de sus reflexiones en torno a Dios y a la ciencia.

Y es precisamente, cuando un hombre serio rompe sus propias reglas es que puede llegar el desastre. Finalmente Larry tiene que ceder sus principios para poder resolver un problema. Luego, una tormenta que parece ser el inicio del apocalipsis y el fin del mundo. Al parecer, y tal como lo enuncian los Coen, no existe ninguna certeza en la vida, excepto la muerte.

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