In-Edit Festival

Un carnaval de sabores acústicos

[ por: Carolina Cartagena ]

Y llegó diciembre, mes donde nuestros cansados ojos y oídos pueden reposar en la séptima versión del In-Édit Festival. Desde el 7 de diciembre y hasta el 13 del mismo mes, una serie de documentales musicales se toman las salas del Nescafé de las Artes, Cine Arte Alameda, Mori Bellavista, Centro Extensión PUC y Lastarria 90. ¿Te apetece una probada de este imperdible festín?

In- Édit Nescafé es la instancia donde el cine documental y la música se reúnen. Durante una semana, el certamen celebra sus siete primaveras mediante tres categorías en competencia, muestras nacionales e internacionales y una serie de actividades satélite que no deja impávido a nadie. Así, entre documentales chilenos y extranjeros, cortometrajes locales, rescates patrimoniales y proyectos en desarrollo, el festival se ha transformado en todo un evento nacional. De ser un menú, diremos que los platos se pasean, con desfachatez, por los amargos, dulces, salados y hasta picantes sabores que la música ofrece. Y es que, querido lector, no debe olvidar que aquí la protagonista es ella, la muy camaleónica música. “Cotota”, con esta palabra se define la programación del In- Édit de este año. Y no se confunda, no sólo nos referimos a los 17 documentales extranjeros, que participan en la Competencia Internacional, ni a las 6 cintas nacionales, que compiten en la categoría nacional. Ni por si acaso piense que la terna de cortometrajes chilenos deslumbra nuestra mirada… para nada. ¿La muestra de ficción, la selección de autor o las 4 obras Work In Progress? No se equivoque. Es un todo que, obviando la amplia oferta, privilegia la calidad. Como buen fin de Bicentenario, In- Édit ofrece una redonda selección de documentales musicales.

It Might get Loud

Tenedor libre

En este caso, los menús son tres: Competencia Internacional, Competencia Nacional y Cortometrajes Nacionales. A simple vista, la primera opción es una especie de buffet, un menú que se pasea por las suaves melodías de un Caetano Veloso, para dejarse caer en los brazos del grupo The Doors. Entre tanto, una ensalada al más puro estilo de los Beatniks, hace ojitos desde atrás del mesón. Aquí, dan ganas de probarlo todo y, como bien dicen por ahí, en la variedad está el gusto. ¿Preparados esos tenedores?

Un primer banquete es autoría de Tom Dicillo, quien regala- porque no hay otro verbo que se aplique a este material- un metraje acerca de uno de los grupos más mitificados de la historia del Rock: The Doors. When you’re strange. Una película sobre The Doors es lo que los fans esperaban hace demasiado tiempo. La crítica ha calificado el documental de “impecable” y es que durante 85 minutos los miembros de la banda aportan exclusivos y excitantes testimonios. Una segunda preparación es It Might get Loud, de Davis Guggenheim, un plato donde tres leyendas comparten sus disímiles forman de vivir el Rock and Roll. El platillo consta de tres fuertes sabores, por un lado Jimmy Page se centra en la guitarra de Led Zeppelin; mientras que en otra esquina The Edge discute en torno a U2; y finalmente Jack White analiza el trabajo de The White Stripes. Ciertamente a los entendidos en asuntos musicales ya se les hizo agua la boca. Indiscutiblemente EE.UU. se lleva todos los méritos en esta competencia y es que, querámoslo o no, la presencia norteamericana aparece cual torbellino. Tras el ojo de Kerthy Fix y Grail O’Hara llega Strange Powers: Stephen Merrit y The Magnet Fields, un recorrido que explica por qué Merrit es considerado como uno de los mejores compositores pop en inglés. ¿Comenté ya la imponente estampa norteamericana? Y cómo no, si con la talla de personajes como William Burroughs no queda más que hacer documentales. Yony Leyser deleita con William Burroughs, A Man Within, un retrato hiperrealista del precursor de los Beatniks, un espejo de quien fuera censurado hasta 1966 por su obra El Almuerzo Desnudo, un reflejo del hombre que no tenía tapujos en referirse a las drogas y a la homosexualidad- con nombres, apellidos y sin adornos. Difícil perderse esta verdadera joyita.

Soul Train: The Hippest trip in América
The White Stripes: Under Great White Northern Lights

En la séptima versión de este Festival, el funk y R&B lo pone Soul Train: The Hippest trip in América, un material que alude al programa de música negra, transmitido en los años ’70. Sobre sus escenarios se presentaron grandes leyendas, como James Brown y Funkadelik. Un anhelo para los que aún creen en la TV abierta. ¿Habrá algún director leyendo esta reseña? La cinta es creación de J. Kevin Swain y Amy Goldberg, cuya iniciativa es un acierto desde cualquier punto de vista. Dirigida también por una dupla, llega Lemmy, documental que narra parte de la historia del fundador y miembro vitalicio de Motörhead. Lemmy Kilminster, el también creador del Heavy- Metal, recibe sólo ovaciones de personajes tales como Mick Jones de The Clash, Alice Cooper, Slash y David Grohl de Nirvana, entre otros.

Con Speaking in Code el sabor cambia drásticamente. En esta cinta dejamos de lado el Rock And Roll para aventurarnos en los Beats de la música electrónica. Amy Grill, también estadounidense, deambula por cinco países y once ciudades en busca de la esencia del tecno, una que no siempre es tan brillante ni llena de luces como muchos imaginan. La última y muy popular producción norteamericana que se presenta en el In- Édit Festival es The White Stripes: Under Great White Northern Lights, una producción que no sólo atrae por su objeto observado, sino que también por el prisma con el que se mira. Canadá es el escenario elegido, un país que los acoge mientras recorren el asfalto de sus carreteras. Durante 93 minutos, Emmet Malloy logra generar una atmósfera mixta que reúne a los integrantes de la banda y a los fanáticos del grupo, en un solo lugar.

Desde todo punto de vista, Sly Stone, de Willem Alkema, es una obra dual. La crítica la ha calificado de mitad detectivesca y mitad biográfica, mientras que el espectador queda encantado por un pasado glorioso que, en el presente, no deja más que tristezas. Esta coproducción, Holandesa y estadounidense, está totalmente recomendada para quien guste de los agridulces.

Caetano Veloso: Corazón Vagabundo

Transversalmente diferente es la creación de Fernando Grostein. Los 76 minutos que dura Caetano Veloso: Corazón Vagabundo se adentran en la identidad del cantautor carioca. Sólo una cámara fue necesaria para revelar la traviesa y curiosa esencia de este artista que, con sus melodías, ha ambientado las más tristes, románticas e imposibles fantasías. También desde el país de la Caipirinha llega Tom Zé, astronauta liberado, producción que, si bien ocurre en la ciudad española de Asturias, narra la historia de un artista que desborda un colorido brasileiro. Su sentido del humor se mezcla con el deseo por realizar la idea, mientras que de fondo suena un ritmo cada vez menos ajeno, que se funde con el ruido ambiente. Otro plato carioca, especiado con hierbas británicas, es Don Letts: Superstonic Sound, de Raphale Erichsen y Edward Dallal. El documental se aleja de las luces y flashes, y opta por seguir al desconocido héroe de la música punk, Don Letts. La historia se cruza también con el fenómeno de la inmigración jamaiquina hacia Inglaterra, hecho que deja una enorme influencia musical en Gran Bretaña. Este plato se sirve frío pues la calidez viene del dub, reggae y hip hop que suena constantemente.

Asimismo y desde el Reino Unido llega un platillo más agresivo, quizás de presentación simple, pero no por eso menos dedicado. High On Hope refleja el concepto de las warehouse raves que se estilaban en la década de los ’80 en la ciudad de Blackburn. En dicha época era el hardcore versus la fuerza policial, una guerra ideológica que se gestaba, primero, en los subterráneos locales y, después, en el resto del mundo. De esta forma, Piers Sanderson dirige 72 minutos de protagonistas anónimos que recuerdan discusiones, ilusiones y, por supuesto, música. Si con la cinta de Sanderson la pantalla se empapa de luchas, Nicola Roberts depura las acciones para entregar, casi, una clase magistral de producción musical. Brian Eno: Another Green World es la epifanía de la industria, una donde Eno es un “rol model”. El una vez rockero de Roxy Music comienza como artista para luego convertirse en pieza clave del equipo Bowie, Talking Heads y U2. Su talento queda de manifiesto y su asertividad llega a ser shockeante. Si lo suyo es la producción musical y aún no encuentra su recetario, helo aquí. Las caídas tienen algo que resulta atractivo de ver; llámesele morbo o pura curiosidad, a más altura, mayor interés. Danny O’Connor hace propio este concepto para contar la historia de Creation Records, sello que vio nacer a Primal Scream, Oasis, Jesus & Mary Chain y My Bloody Valentine, entre otros grupos.- Varios años, champagnes y fiestas después, sus protagonistas rememoran cómo sucede todo y lo plasman en Upside Down: La Historia de Creation Records.

La extraordinaria-ordinaria vida de José González
Flamenco, Flamenco

¿Esperando esa delicatesen europea? La extraordinaria-ordinaria vida de José González, de Mikel Cee Karlsson y Fredrik Egerstrand, ofrece un delicado relato acerca del cantautor sueco-argentino. En este filme olvídese del clásico rockero argentino y dele la bienvenida a una propuesta que conlleva animaciones musicales, conversaciones acerca del cosmos y escenarios asiáticos con paseos americanos. Finalmente, el último gustito de esta Competencia Internacional llega directo de España. Carlos Saura- el mismo director de Cría Cuervos, La Cuenca y Perppermint Frappé– participa en In- Édit con Flamenco, Flamenco, un metraje que plaga la pantalla de colores fuertes y sonidos secos, definidos y armoniosos. Durante 96 minutos el filme no sólo muestra la espléndida labor que Saura ha venido puliendo hace 60 años, sino que también refleja la participación de Vittorio Storaro, connotado director de fotografía.

¡Uf! La Competencia Internacional ofrece 17 cintas de las cuales, por lo menos 5, son imperdibles. Tómese un descanso, anote su imperdible y pasemos al segundo menú, uno cargado de producciones nacionales, cuecas y recuerdos.

Electrodomésticos: el Frío Misterio

En pocillo e’ greda

Si lo suyo es el sabor casero, préstele atención al segundo menú. En Competencia Nacional son 6 los platillos en carrera. Pank, Orígenes del punk en Chile, de Martín Núñez, se sitúa en un Chile con nula escasa libertad de expresión, donde el pop absurdo es la alternativa musical de turno, mientras en el subsuelo germina un grito desesperado de ahogo y desencanto. Aquí, los integrantes del grupo Fiskales, Pinochet Boys y Políticos Muertos, por nombrar algunos, reviven lo que fue generar un lenguaje nuevo. Este tipo de obra logra plasmar lo que, en otros momentos, el Gobierno de Chile fue incapaz de aceptar. Electrodomésticos: el Frío Misterio, de Sergio Castro, también nace en el Santiago de los ’80, cuando dos estudiantes universitarios deciden experimentar, por ejemplo, con jugueras con el fin de crear sonidos nuevos. Más tarde, un controlador de tráfico aéreo se suma a la dupla y nace el grupo Electrodomésticos, una de las bandas más influyentes del rock nacional.

Menos personal es lo que prepara Jaime Cortés con La Murga. El documental muestra el seguimiento a algunos artistas de Musicircus. Este es un montaje que reúne, en 2008, a más de cien músicos tocando al mismo tiempo, cada uno con su reportorio, en un mismo lugar durante dos horas. Así, la cámara de Cortés sigue a una familia de organilleros- chinchineros, un acupunturista que toca diversos instrumentos orientales, un publicista- gaitero, un payaso cuyo único utensilio es el serrucho y al organizador del encuentro, que no cree en el silencio. En el transcurso, el material va transformándose en un apunte donde el ruido, el silencio y el compás responden una creación musical determinada. Otra obra que cuenta con la colaboración de un colectivo es La Isla de la Fantasía, de la directora Magdalena Gissi. Este documental transcurre en Valparaíso y tiene como banda sonora a uno de los conjuntos cuequeros más carismáticos del puerto. El grupo homónimo está conformado por personajes locales de gran trayectoria, como Lucy Briceño, Silvia Pizarro (también conocida como La Trigueña), y los cantores Gilberto Espinoza (apodado Mascareño) y Benito Nuñez, por nombrar algunos artistas. Entre boleros y tangos, la cueca ha sabido mantenerse vigente e incluso suma integrantes. Esto produce un encuentro generacional que nutrir de frescura esta agrupación que deleita con sus clásicas tonadas.

Huellas en la Nieve. Siguiendo el rastro de Viento el Blanco
Tres Chinchineros

En torno a una de las mayores tragedias sufridas por nuestro país, nace la ópera Viento Blanco, un montaje del compositor Sebastían Errázuriz, que relata la muerte de 45 chilenos en Antuco. La partitura, donde participaron ochenta músicos de la Orquesta Filarmónica de Santiago, logra impregnar los dos actos de dramatismo y rinde tributo a los fallecidos. Huellas en la Nieve. Siguiendo el rastro de Viento el Blanco es el documental que filma la producción de dicho montaje. El ojo de Juan Elgueta Ortiz guarda, durante 45 minutos, dos años de los preparativos de la obra. Ciertamente una oportunidad para tomar palco. Una última degustación de esta Competencia Nacional la trae Tres Chinchineros, un relato que, a pesar de situarse en Alemania, cuenta la historia de una terna de chilenos. La familia Lizana, Héctor, su hijo Manuel y tres de sus nietos, llegan a la cuna y capital del organillo europeo. En Waldrkirch, sus habitantes son testigos de cómo tres generaciones de organilleros – chinchineros extranjeros reescriben, a punta de cuecas, bombos y platillos, la leyenda de este instrumento.

Melodías Urbanas

Frescos, como la fruta

El último menú lo ofrece Cortometrajes Nacionales, una categoría donde participa El Canto de los Sueños, de Rommina Mizala; Expresión Lírica, del director Esteban Ruz; y Melodías Urbanas, del realizador Claudio Villablanca. El Canto de los Sueños es un documental sobre las nuevas voces de Valparaíso, una producción acerca de tres cantautores, entre ellos Chinoy y Ángelo Escobar, que se deslumbran con la energía del puerto y sus posibilidades. Este es un viaje musical donde los jóvenes artistas demuestran la pasión y el inconformismo que los lleva a alzar sus voces y guitarras. Por otro lado, la atmósfera de Expresión Lírica se conforma de bombos, cajas y beats. Tal como en el folclore campesino, el rap chileno nace en las calles, de la gente sencilla y aborda temáticas sociales. El trabajo de Ruz recopila rimas, sonidos y preocupaciones propias de este estilo musical y cultural. Para terminar, se recomienda el trabajo de Claudio Villablanca- periodista, realizador, director y guionista- responsable de Melodías Urbanas, una muestra de 17 minutos que se enfrasca en el Metro de Santiago. En este caso, son los cantantes ambulantes quienes protagonizan la trama; ellos logran sacar sonrisas son sus cantos populares.

¿Ya eligió su menú? Estas son las tres categorías que conforman la Competencia de la séptima versión del In- Édit Nescafé Festival. Como espectador, puedes probar todos los sabores. Si quedas con gusto a poco, no desesperes. ¡Hay más! Muestras de Ficción, Selección de Autor, Música Popular, Ganadores años anteriores, Work In Progress, Especial Bicentenario, Exclusiva Primer Montaje, talleres y mesas de conversación… todas instancias que giran en torno a la música y a sus respectivas producciones audiovisuales. Como dato, las funciones para las películas WIP y las charlas son gratuitas, pero debes asegurar tu cupo. Por otro lado, la entrada general es de $2.500, aunque existe una modalidad de abono. Puedes acceder a las entradas en todas las sedes del festival. Para ver el resto del programa ingresa a su sitio web oficial.

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