Una película al día #94: “La chica del tatuaje del dragón” (2009)

Lisbeth Salander

[ por: Andrés Daly ]

Hace un tiempo, en otra U.P.A.D. y en un programa de radio, comentaba mi preocupación sobre como en el cine contemporáneo, fuera del repetitivo territorio de la comedia romántica o las esquemáticas chick flicks, son cada vez mas escasos los verdaderos y sustanciosos roles para mujeres en el cine. Me refiero a los papeles que antaño ayudaban a cimentar y construir las carreras de actrices de carácter, protagónicos indiscutidos, demoledores, dedicamente escritos a ellas y finamente caracterizados, que conformaban y dejaban vislumbrar, a la larga, lo que antes en el cine de estudios clásico se podían llamar «estrellas». Esas mujeres que he visto con admiración aquí y recientemente acá.

Desde Suecia y de la mano de la primera novela de la “Trilogía Millenium” llamada “Los hombres que no amaban a las mujeres” de Stieg Larssons,  por fin se quiebra y con convicción, ese injusto y aburrido status quo que parece dominar el cine que nos llega por estos lados y con que hemos visto difuminarse preocupantemente –al menos yo- los protagónicos femeninos en las últimas décadas; en todos los géneros que no conlleven un clásico -y aveces insípido- romance. Y todo esto gracias a una chica con un tatuaje de un dragón en la espalda.

Michael Blomkvist (Michael Nyqvist) y Henrik Vanger (Sven-Bertil Taube)
Michael Blomkvist y Henrik Vangler

El periodista Mikael Blomkvist (Michael Nyqvist) es ajusticiado por difamar a un corrupto empresario industrial, a través de su revista independiente llamada “Millenium”. Deprimido y contando los meses antes de caer en prisión, otro poderoso hombre de negocios, el anciano Henrik Vanger (Sven-Bertil Taube), lo llama de sorpresa para realizar una última investigación: desenterrar el paradero de su desaparecida sobrina, su único pariente querido dentro de una familia de chacales.

Harriet es el nombre de su legítima heredera –probablemente asesinada por un cercano- y de la que no se sabe nada hace 40 años. Sin embargo, cada año, Vangler recibe, misteriosamente, una flor seca. ¿Una burla del asesino?. Mientras Blomkvist investiga, rodeado de la nieve del frío invierno y los familiares excesivamente preocupados del avance de su investigación -que parecen querer sacarlo del camino lo antes posible- el periodista no tiene la menor idea que alguien lo ha estado espiando desde más lejos.

Lisbeth Salander (Noomi Rapace)
Lisbeth Salander (Noomi Rapace)

Lisbeth Salander (Noomi Rapace), en sus veintes, pelo oscuro, piercings, tatuaje de un dragón en la espalda, de botas y cuero negro, es una chica extraña e introvertida por decir lo menos. Silenciosa y brillante hacker, vive de vigilar a otros mientras ella es, asimismo, vigilada por el estado sueco por un crimen que cometió, al parecer, cuando era niña. Atormentada por un secreto del pasado, abusada, violentada por los hombres de su vida, por la sociedad y su gobierno – principalmente por el cerdo que es su guardian legal- Lisbeth decide recuperar el control. La venganza será sorprendente, brutal y deliciosamente agridulce.

La chica del tatuaje del dragón (Män som hatar kvinnor), dirigida eficazmente por Niels Arden Oplev desencadenó, luego de los libros, un merecido fenómeno mundial del que había oído bastante pero que realmente no me había convencido hasta ver esta película. Un film de suspenso que se sostiene totalmente en la brillante actuación de Rapace, la peculiar relación que su personaje empieza a establecer poco a poco con el periodista Blomkvist, a quien ayuda a investigar la desaparición de otra chica, décadas atrás, y en general, en demostrarnos cómo es que se debe narrar y desenvolver una muy buena historia.

Brutales crimenes olvidados entre recuerdos de un verano pasado, en un mundo actual de nieve y viejas fotografías en blanco y negro, que una hacker de mal carácter y aspecto a veces intimidante -sin embargo muy querible- empieza a resolver mientras el espectador se queda con la mirada casi perdida en ella. Como magia. ¿Por qué se comporta así? ¿Qué le pasó a Lisbeth?. Que nos preocupemos, creo, es una muy buena señal.

P.D. El próximo año se estrenará un remake de esta película, ahora producida -oh sorpresa- en Hollywood. Por suerte, hay un buen director a la cabeza: el señor David Fincher (Los siete pecados capitales, The Social Network).

GALERIA