Una película al día #16: “Patas de kiltro” (2008)

[ por: Andrés Daly ]

«(el kiltro es) la imagen de un ser desamparado, porque el espacio urbano que habita no fue contruído por él ni determinado por el» – Juan Cameron en «Patas de Kiltro»

El perro vagabundo, llamado comúnmente «kiltro» -palabra mapuche que significa «perro chico»- prueba ser una figura audiovisual simbólicamente relevante en este documental chileno dirigido por Guillermo González, el mismo realizador de «Bajo el Sur», documental sobre el viaje del actor Nelson Villagra a la tumba del verdadero «Chacal de Nahueltoro».

Solitario habitante de nuestras ciudades (Santiago y Valparaíso son los ejemplos tomados por el documental) y personaje canino extremadamente popular; tal como una amarilla marca de balones de gas lo ha probado al usarlo repetidamente como amalgama de picardía y astucia nacional; había sido, hasta donde yo había visto por lo menos, muy poco explorado desde la multitud de temas urbanos, prácticos, legales, sociales, poéticos, metafóricos y morales que son posibles a explorar en él. Este documental, de 44 minutos de duración, presenta estas múltiples capas, deteniéndose casi por igual en todas, dosificando la información y entrevistando ciertas personas que se encuentran en espectos totalmente diferentes, en su relación con los kiltros: poetas, veterinarios, vecinos, autoridades, ambientalistas, políticos, vagabundos; además de seguir, cámara a ras del suelo a los verdaderos protagonistas, los kiltros: Stranger, Ceniza, Líder, Pancha, Tom Waitt, Chascón, Julieta, Pitilla, flaca, Humprey, entre otros.

El kiltro, generalmente relegado siempre a esa primera mirada, tan básica, con que los medios buscan siempre el escándalo fácil y el impacto inmediato, la supuesta violencia e insalubridad intrínseca (como si fuera el único factor a tomar); tiene aquí mayor densidad cuando el documental decide, por fin, alejarse totalmente de esta mirada superficial y nos golpea con la exhibición de imágenes resonantes de otros conflictos sociales (lamentablemente humanos), como el acierto que es aquella cámara oculta que muestra a un sujeto, de gestos aún mas oscuros que sus lentes, inyectar a una gran cantidad de animales con veneno, en una «operación de limpieza» bastante cuestionable, por decir lo menos.

“y que hay un costo de un grupo de animales que hay que eliminar… eso hay que asumirlo como sociedad que va a ser asi”

El documental de González es una mirada fresca aunque incial en su exploración, de ese perro que hace 17.000 años dejó de ser un lobo gris para decidir vivir con nosotros, en nuestras pueblos y ciudades, adoptándonos a concepto genético de manada, viviendo en nuestras casas o bien completamente solos; recibiendo en este último caso nuestras sobras de comida, tiempo y cariño.

En esa exploración que queda en deuda, luego de ese gusto a poco -en el buen sentido de la frase- hay otros fenómenos interesantes que podrían haber enriquecido el filme, algunos de ellos más recientes, que tienen que ver con el estudio de las características territoriales/espaciales y de conducta con que los perros se han ido adaptando en el tiempo a nuestras urbes. Un ejemplo bastante sorprendente ocurre en Moscú, ciudad donde hace ya unos años se ha podido observar que los kiltros que habitan la periferia de la ciudad toman, como un humano más, el tren subterráneo de la ciudad, para llegar así a los centros urbanos donde pueden lograr mayor éxito en su búsqueda diaria de alimento. Los perros vagabundos, como se documenta en algunas fotografías y videos,  ya no sólo cruzan la calle (se ha probado que reconocen la figura del hombre caminando del semáforo), sino que ahora también la ciudad, para luego volver cansados, al final del día sobrevivido, a pernoctar en su territorio. Y mañana será otro día.

«Perdonad el pelaje descastado

este brillo es de tanto restregarme

de la baba la rabia la patada

Perdonad el mordisco por la espalda

es mi ternura agreste solapada

pero ternura al fin (la única mía)

En verdad salí cachorro

en la calle me hice perro.»

–  Cachorro, de Juan Cameron

Mañana: «Deliver us from evil» (2006)