Una película al día #129: “Easy A” (2010)

Larga vida a los 80’s

[ por: Andrés Daly ]

Cruzaba los dedos sobre el reproductor esperando haber tenido la rara suerte de haberme topado con algún subproducto Hollywoodense medianamente decente, mientras iban pasando los primeros minutos de otra película más alrededor de un High School. Al mismo tiempo, pensaba en arrepentirme de haber seguido esta recomendación de una amiga, apretar Stop de una vez por todas y cambiar rápidamente el menú del día hacia tantas otras películas más sabrosas, en mi lista pendiente tan larga -como maldita- que me impulsa a escribir esta sección de 35milimetros. Pero algo me detuvo. Afortunadamente.

Olive (Emma Stone, imagen superior) reflejando a Ferris (abajo, Mathew Broderick en «El día libre de Ferris Bueller»).
Otra pelirroja: Molly Ringwald, icono ochentero.

“Easy A” –que no recuerdo si estuvo en cines por estos lados en el 2010, aunque francamente no me llamó la atención ni es que la haya buscado particularmente- es una película que rinde tributo, tanto en forma como en contenido, de forma transparente, contemporánea y con una inteligente propuesta en mano, a varias de las obras con que el director John Hugues. El mismo que hizo esa larga y emocionante oda a la juventud en lo mejor de su filmografía durante los 80’s, antes de desaparecer en el auto exilio, una obra del director fallecido en agosto del año pasado que la verdad me gusta bastante. “El día libre de Ferris Bueller” (Ferris Bueller’s Day Off, 1986), “El Club de los Cinco” (The Breakfast Club, 1985) y “Dieciseis velas” (Sixteen Candles, 1984), las últimas dos con el icono pelirrojo del Brat Pack de los ochenta, la actriz Molly Ringwald, son algunas de las mencionadas en Easy A. Además, son fundamentales otras dos películas de la década de los colores chillones, la música de Madonna y Michael Jackson, a las cuales se reverencia en sus diálogos y se complementa con las características de sus propios personajes; estas son “Di lo que quieras” (Say Anything, 1989) del por entonces sincero Cameron Crowe  -antes de convertirse en el autor de una de las películas más ridículas que he visto en toda mi vida– y especialmente, “Novia se Alquila” (Can’t buy me love, 1987) de Steve Rash. Esta última es quien le presta la estructura básica a esta comedia dirigida por Will Gluck. Por otra parte, «Easy A» toma la primera letra de nuestro alfabeto y parte de los temas de «La Letra Escarlata», el libro de 1850 de Nathaniel Hawthorne que explora el pecado, la culpa, y la persecución social desencadenada por la infidelidad a una mujer en un pueblo pequeño.

“¿Por qué mi vida no puede ser como una película de los 80’s?” narra la también pelirroja Olive Penderghast (Emma Stone, de un carisma realmente impresionante) sobre un montaje de las películas antes mencionadas, mientras realiza una confesión frente a una cámara web. Una grabación online que está siendo compartida con todos quienes conoce en su escuela y a quienes les cuenta una pequeña historia de rumores de sexo, enredos, y otras confesiones personales,  sumándonos a nosotros como espectadores en un largo racconto. Básicamente, cómo es que ella, de forma tan accidental como intencional llegó a convertirse en lo que todos asumen en su colegio: Olive es la High School Bitch, la chica más suelta que va de cama en cama. O eso es lo que ellos creen.

Olive Penderghast

The rumors of my promiscuity have been greatly exaggerated.

Imágenes superiores: Dos hombres con los brazos bien en alto, en dos escenas clásicas de los ochenta. «Say Anything» y «The Breakfast Club». Abajo: Olive narrando su propia historia, y por capítulos.

Woodchuck Todd

Screw all these people, Olive!

Olive Penderghast

Haven’t you heard? I already did.

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Olive Penderghast

That’s the one thing that trumps religion… capitalism.

Curiosamente, con una premisa como esa se podría temer el humor más banal y caer en un viaje a la vulgaridad adolescente y caricaturesca que hace tres décadas era evidente con películas como la olvidable saga de “Porky’s” (1982) o la de “La Venganza de los Nerds” (1984), sin embargo, esto no es una actualización de aquello, no es “American Pie” (1999). Porque desde el comienzo, este es un engaño que Olive comparte con el espectador y con sus “clientes”. Sí, porque tal como la porrista Cindy en “Novia se Alquila”, Olive también finge, engaña y está en arriendo. Agraciada, pero sin el rango de extrema popularidad de la mencionada porrista ochentera, aunque tampoco dentro del grupo de los nerds del colegio sino que más bien en un territorio intermedio del cual le gustaría salir (en busca de una identidad), Olive aprovecha las desgracias ajenas y las aspiraciones de un mejor status social por un cierto grupo humano, para hacer un poco de dinero y conseguir algunos beneficios. Y a veces, ni siquiera por eso, sino que por lástima.

Con lentes al estilo «Negocios Riesgosos» (Risky Business, 1983) un ícono de la liberación sexual adolescente de los 80’s, con el entonces adolescente Tom Cruise.

A diferencia de los 80’s y en concordancia con nuestro tiempo, acá ya no es suficiente caminar por el pasillo del colegio junto al beneficiado, sino que de esparcir el rumor de un encuentro sexual. Y mientras más promiscuo mejor, piensan los clientes. A esto se suman un par de mentiras que Olive, de buen corazón (lo cual es divertidamente paradójico) decide cubrir con su supuesta ninfomanía. La bola de nieve crece y en paralelo un amor inesperado parece surgir con el hombre a quien ayudó, en la infancia de ambos, con su primera mentira, la de un primer beso que nunca existió. Olive, apoyada por su singular familia (Stanley Tucci y Patricia Clarkson en cómicos roles como sus padres), enfrenta entonces su nueva popularidad creada a partir de las mentiras con la posibilidad de que estas se conviertan en verdades que hieran, tanto a su única amistad como principalmente, a su propia autoestima.

Astuta, “Easy A” fusiona elementos de algunas películas notables de los 80’s –si bien no alcanza la altura la altura del texto de Hugues o su talento en la dirección- y como ellas, es una comedia donde los adolescentes pueden, entre broma y broma, a aspirar a tener diálogos y problemas más similares a los de los adultos, donde como en todas las buenas películas de este subgenero High School la identidad, la adaptación y el cuestionamiento de la sociedad y sus reglas morales juegan un rol –no es menor que en la película los villanos son un grupo escolar de católicos bastante extremistas- que se le tratan de imponer, como siempre, a alguien que busca descubrir quien es y que es lo que ama. Interesante.

P.D. Hace unas semanas, dedicamos un capítulo del programa de radio sobre cine “El mundo sin Brando” a las películas “Novia se Alquila” y “El cielo se equivocó”. Descárgalo y escúchalo aquí.

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