Una película al día #111: “Scott Pilgrim vs The World” (2010)

Avalancha audiovisual

[ por: Andrés Daly ]

Que cosa más cool. Fusión de cine, rock, videojuegos, comics y un humor basado más en las personalidades peculiares de sus personajes más que en gags tradicionales, la última película de Edgar Wright (Hot Fuzz, Shaun of the Dead) es, ante todo y también excesivamente, un delicioso dulce para tus ojos y orejas.

Injustamente postergada y aniquilada finalmente de la distribución nacional por su muy baja respuesta en las taquilla del país del norte –injustamente también, no veo porque la respuesta del público puede preferir a «Eclipse» la abominable tercera parte de “Crepúsculo” por ejemplo- no quedó más que verla en el LCD en casa. Esto, por supuesto, independiente del volumen, el surround y los consecuentes gritos de mis vecinos, resta a su principal propuesta: “Scott Pilgrim” es, desde el punto de su estética y su buen sonido, lo más original que vas a ver este año en un televisor.

No, ese pixeleo no es del blog. El inicio es de videojuego.
Uno de los largos sets, como otro de un pasillo de colegio. Un inicio con mucho rock.
Comentarios sobre los personajes en texto sobre la imagen.
A pelear por lo que quieres
Festival del Split Screen
La transición al videojuego es completa
Uno de los enemigos, los «ex» de Ramona Flowers
Ramona y su pasado

Transiciones brillantes entre escenas, split screens inspiradas (pantallas divididas), símbolos de juegos de 8 bits (las consolas antiguas) y textos móviles en la pantalla detrás y delante de los personajes como un verdadero comic, desvanecimientos a negros profundos (como las luces de un teatro), inserción de escenas con comics animados, formas y figuras digitales (CGI) de última generación y de la primera también, simulando y distorsionando la imagen de le película para asemejarla a los videojuegos de los finales de los 80’s y principios de los 90’s –partiendo con el inicio de la película, con el logo y la música de los Estudios Universal totalmente transformados- esta es una película con una alucinante sobredosis de estilo.

Kim Pine

Believe it or not I used to date Scott in high school.

Ramona V. Flowers

Oh? Do you have any embarrassing stories?

Kim Pine

Yeah… he’s an idiot!

¡Fight! grita el mejor amigo -gay- de Scott.

Pero hasta aquí llegan las maravillas de esta película basada en el comic «Scott Pilgrim» (2004-2010) del canadiense Bryan Lee O’Malley y comienzan algunos de los inconvenientes del filme. El primer problema es lamentablemente el actor Michael Cera, que como el personaje principal Scott, repite otra vez el papel de nerd tímido, virgen, de voz casi afeminada: el eterno raro. ¿Es acaso nuestro joven Woody Allen descerebrado y moderno?. Independientemente que la actuación de Cera está muy bien y cumple con creces para un papel que en realidad domina cómodamente a la perfección, no me queda duda que su elección para este papel es el principal obstáculo que le resta a esa total originalidad con que ya venía la propuesta. Asumo que esto pasó en EE.UU., y Michael Cera, al seguir repitiéndose el plato, hoy debe ser considerado poderoso veneno para el box office y debería asumir un cambio radical para sus próximos roles.

Scott Pilgrim

You’re pretentious, this club sucks, I have beef. Let’s fight.

Scott Pilgrim (Michael Cera) y Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead)

El segundo problema es que la historia se resume en pocas líneas, y esto contrasta abruptamente con el despliege, la intensidad y el esfuerzo creativo detrás de cada plano, el montaje y la construcción del sonido. La balanza se inclina peligrosamente sólo hacia un lado. Veamos: Scott (Michael Cera) tiene 22 años, es el guitarrista en una banda de rock desconocida que quiere dejar de serlo (porque en rigor no quieren sacar un disco o ser mejores, sino que están más preocupados por lograr la fama), sale con una chica asiática algunos años menor que él y que aún sigue en el colegio y, mientras decide que hacer con su vida en la nevada ciudad de Toronto, aparece en ella Ramona Flowers (Mary Elizabeth Winstead), la chica más bella, misteriosa e inteligente que ha visto en su vida. Ramona, además de tener, obvio, el pelo más animé de todos los personajes de la historia (y que cambia de color frecuentemente), tiene un historial romántico bastante más largo e intenso que el de Scott. Si Scott quiere salir con ella tendrá que vencer a sus siete malvados ex novio(a)s. Sí, con paréntesis. Porque Ramona juega –o jugó- para los dos lados, que tal. Doblemente cool.

Wallace Wells

If you want something bad, you have to fight for it. Step up your game, Scott. Break out the L-word.

Scott Pilgrim

Lesbian?

Notables las poleras (2) de Smashing Pumpkins de Scott. Scott, Ramona y la Banda, con su ex asiática incluída entre ellos.

El resto de la película, después de la indecisión inicial de Scott por terminar su relación previa con la chica escolar y formalizar la segunda con Ramona, lo componen las batallas con los ex de Ramona, cada una más impresionante que la otra, donde sube el volumen, la velocidad, la espectacularidad  en el diseño de las transiciones, el montaje y las referencias a los videojuegos que se hacen cada vez más patentes, como si estuviesemos entrando cada vez más a un mundo donde, si la película hubiese durado más batallas, probablemente habríamos terminado viendo sólo pixeles en la pantalla. Ejemplos notables que vienen de ese mundo del gamer son las barras de energía, las habilidades de los personajes a su lado, los puntajes y las monedas del cielo que caen cada vez que Scott aniquila un enemigo, “ganar una vida”, etc. Sin embargo, la repetición constante de esta estructura de las batallas se vuelve, a pesar de la fuerza de la imagen, inconsecuente con los primeros treinta minutos de la película donde tuvimos el mayor desarrollo de los personajes, que queda un poco de lado ante tanta pelea. Quizás faltó volver a esto hacia el final, bajar un poco las revoluciones hacia el cierre y cerrar mejor a los personajes, con diálogos y acciones, no sólo con espectaculares batallas.

El que más luce en esta propuesta es a mi gusto el director Wright. Efectivo en comedia y totalemente original, me gustaría verlo detrás de cámara en el futuro, con esa visión brillante que tiene, pero respaldado de un guión bastante más desarrollado, un casting protagónico que le haga mayor justicia a su visión y ojalá la misma entrega de confianza que le otorgó un estudio de los grandes, ya que esta es la primera vez que Wright filma en EE.UU.

Este es un experimento audiovisual que tienes que ver.

Edgar Wright, el director, mirando a la cámara

Todd Ingram (Brandon Routh)

P.D. Ojo con uno de los ex, Todd Ingram «El Vegano», un “mejor hombre” por no comer carne, que es literalemente representado como un super héroe a través del actor –que mejor elección que esta- Brandon Routh (Superman Regresa), con un humor exquisito, donde se hace más clara la metáfora de los superpoderes en relación a los personajes de los ex novios, todos ellos –con algunas excepciones, como la única mujer en la vida de Ramona- en general personas que parecen ser más interesantes y exitosas en su vida profesional que Scott.

Todd Ingram

Tell it to the cleaning lady on Monday.

Scott Pilgrim

What?

Todd Ingram

Because you’ll be dust by Monday… because you’ll be pulverized in two seconds. The cleaning lady? She cleans up… dust. She dusts.

Scott Pilgrim

So, what’s on Monday?

Todd Ingram

‘Cause… it’s Friday now, she’s the weekends off, so… Monday, right?»

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