Una película al día #104: “Millenium 3: La Reina en el Palacio de las Corrientes de Aire” (2009)

Reencuentro con el pasado

[ por: Andrés Daly ]

La tercera parte de la saga “Millenium” (Luftslottet som sprängdes) también conocida como “Los hombres que no amaban a las mujeres”, llega ahora –atrasadísima- con el título más largo e incomprensible de la trilogía que en inglés (The girl who kicked the hornet’s nest) no tiene, por otro lado, nada que ver con el título en español.

Vi su excelente primera parte hace un tiempo -que comenté por aquí– y también la bastante floja segunda –por acá, y que está actualmente en cartelera en Santiago, a pesar de ser una película del 2009- y con esta se cierra al fin y de forma bastante definitiva la historia del pasado y en menor medida (pues no nos cerremos a una continuación parece decir su final) la del presente de Lisbeth Salander, nuestra heroína hacker-detective-ruda-bisexual-silenciosa-desadaptada-maltratada-injustamente-ajusticiada punk favorita.

Por dentro…
…por fuera

La trama comienza siguiendo inmediatamente el desenlace de la segunda película, con Lisbeth y su padre llegando heridos a un hospital, su mudo hermanastro albino huyendo de la policía, Mikael Blomkvist (su amigo periodista) y el resto del equipo de la revista Millenium que él lidera mostrándose preocupados (¿esa es la única pista de actuación que les dan?) y agitando constantemente las turbulentas aguas de un vaso medio lleno. De inmediato, también, se presentan nuevos y oscuros personajes de la tercera edad, que intrigan en contra del padre de Salander –una caricatura de la maldad a estas alturas- y claro, con nuestra propia y sufrida heroína.

Asesinos pensionados
Asesinos pensionados

Luego de un intento de asesinato frustrado por el que debe ser el asesino de mayor edad que he visto jamás en el cine, la película se divide en dos largos bloques, seguidos de un breve epílogo en un almacén. El primer bloque trata sobre la lenta recuperación de Lisbeth en el hospital, mientras las intrigas en el exterior continúan por silenciarla e internarla en otro hospital, pero esta vez psiquiátrico y por segunda vez en su vida: aquí la idea es que sea de forma indeterminada.  Afuera del hospital seguimos los esfuerzos de sus únicos tres amigos hombres por salvarla: “Plaga”, un gordo hacker que la ayudó en la primera parte; su doctor (un personaje amable con el que se da una sugerida posibilidad romántica) y como siempre, Blomkvist, el periodista a la cabeza de Millenium, una revista tan polémica como integrada por pocos y excesivamente nerviosos periodistas.

El segundo bloque, contiene un largo juicio a Salander donde se exponen los cargos de demencia contra ella –una consipiración bastante repugnante para callarla- versus la defensa, liderada por su abogada, la hermana de Mikael, que busca hundir a quienes han abusado de Lisbeth por más de una década.

Justicia, pero no perdón.

Juiciosamente, esta película decide centrarse por fin (luego del enredo y la distancia que agolpan la segunda entrega con un sinnúmero de personajes secundarios tan absurdos como inconsecuentes) en quien es el personaje fundamental de la saga: Lisbeth. Su pasado, los hechos que la han convertido en la silenciosa, fuerte, antisocial y áspera joven mujer que es hoy –con otra gran interpretación de Noomi Rapace- y que está a punto de lograr su última venganza contra los dos hombres de su familia que han intentado matarla, como con aquellos que abusaron de ella amparados en un proceso legal y médico, corrupto y totalmente violento.

Recomendable solo para quien haya seguido las anteriores películas y quiera ver la conclusión de esta tragedia griega –como dice un personaje refiriéndose a la familia de Salander- que lamentablemente, pese a sus buenos momentos, no vuelve a acercarse a la calidad cinematográfica coherente, intensidad narrativa y buen suspenso que gozó la primera entrega de la trilogía.

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