SANFIC7: Encuentro con Ricardo Darín

Ricardo

[ por: Andrés Daly ]

El pasado sábado 20 de agosto, en el Hotel Hyatt, se realizó un encuentro internacional dentro del SANFIC, con el actor argentino Ricardo Darín. En un gran salón el carismático actor de «Nueve Reinas» (200o), «El hijo de la novia» (2001), y «El secreto de sus ojos» (2009. ¿Le suena?) conversó con dos moderadores y respondió al final las preguntas del público presente, durante casi una hora y veinte minutos.

Con la proyección de fragmentos de las películas citadas anteriormente, junto a algunas más como «La Señal» (2007), la película de época que Darín dirigió en conjunto con Martín Hodara, el encuentro se hizo bastante ágil. Permitió comprobar en persona, además, esa humildad que Darín ya proyecta en los making of de algunas de sus películas y en entrevistas previas. Con bastante transparencia, el actor bonaerense repasó gran parte de su envidiable carrera -que a sus 54 años de edad reflejan casi perfectamente sus 54 títulos como actor y 1 como director- reconociendo tanto sus aciertos como sus errores, entre ellos los consejos que dió al director Juan José Campanella para que no realizara la famosa y muy elaborada escena del estadio en «El Secreto de sus ojos» (2009).

«A Francella lo volví loco. Lo enfermé.»

De su destacado trabajo con el fallecido Fabian Bielinsky en Nueve Reinas («trabajamos por asalto…en la calle, con gente real«) y «El Aura» (2005), donde personifica a un hombre con episodios epilépticos, se extendió, contando algunos pormenores en la inspiración de sus personajes. Sobre Nueve Reinas, resultó fascinante su trabajo para hacer de este ladrón un personaje tan poco empático («él (Bielinsky) le tenía miedo a mi sonrisa….y como yo no quería perder la pega, no sonrío en casi toda la película»), que por supuesto es el reverso de esa calidez humana que emite generalmente como protagonista.

El reciclaje de la energía en un set, que se hace «cada vez más compacta» cuando el equipo se da cuenta que está realizando un muy buen trabajo, me pareció una observación bastante certera, como fundamental su preocupación por los diálogos («Soy un enfermo de los diálogos«) para que estos resulten naturales y fluídos, en primer lugar, para el actor que los recita.

Aplausos sacó el actor cuando se refirió al cuoteo de pantalla en Francia, como modelo a copiar perfectamente, como protección de los cinematografía nacional. Modelo que debería replicar toda Latinoamérica, o bien cualquier país que intente difundir su cine y potenciar o construir su propia industria, con un mínimo de seguridad frente a las exhibidoras. Estas, como muchos saben, prefieren valorar principalmente las películas que reciben de algunas distribuidoras, estableciendo así un círculo casi impenetrable para un alto porcentaje de producciones nacionales. Un ejemplo reciente sobre este efecto puede verse en Santiago con el éxito de taquilla de «Violeta» (2011), con más de 125 mil espectadores en diez días. Esta película tiene actualmente 36 pantallas, tres veces menos de las que ocupa, por ejemplo, «Linterna Verde» (2011) con 112 pantallas, película que además sólo ha llevado 80 mil espectadores. ¿No les parece bastante absurdo?.

“El cine mundial está manejado por empresas, que desplazan de las salas nuestras películas”

Darín, que se encuentra trabajando frente a una cámara desde que tiene 12 años, se convirtió así en el amable anfitrión de una sesión alejada de esos ensalzamientos tan molestos de algunos entrevistadores -y las correspondientes e insoportables actitudes de «diva» de un entrevistado- bajando incluso del escenario para saludar muy afectivamente al actor nacional Julio Jung, con el que compartió pantalla en «El baile de la victoria» (2009) de Fernando Trueba.

Memorable visita.

«Las cosas me han llegado por herencia…. En vez de buscarlas yo ellas se han acercado a mi (…) Yo soy bastante vago. Si hubiera dependido de mi voluntad no sé que hubiera pasado»

 

*Fotografías: Andrés Daly

 

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