El Giro Postmoderno

[ por: Micheell Andrés Toledo Veche ]

“La historia del dominio del vapor sobre el trabajo de la industria, sobre los ríos, la tierra firme, siempre que se trata de devorar el espacio, compondría ella sola, la historia más dramática de la humanidad.” – Jules Janin

Abarcar las posibilidades temáticas correspondientes a la ardiente disputa por los límites de la post – modernidad parecen nulos. Cronológicamente hablando, sólo se ha llegado al consenso de su comienzo, más no de su finalización. Según la historiografía francesa, hablamos del término de la modernidad con la llegada de la revolución francesa. Mientras que la historiografía anglosajona retoma un período mucho más amplio. Siguiendo el curso de la historiografía francesa, el punto de partida será representado por un acto revolucionario, que dará pie a la formación de la era postmoderna. Los cambios paradigmáticos se han sucedido rápidamente, y sin siquiera darnos cuenta estamos a las puertas de una nueva era, aquella era que veíamos sólo en películas como Blade Runner, Akira o Children of Men. Un futuro que – digámoslo directamente – no es muy alentador.

El comienzo de la sociedad postindustrial se forjó durante el siglo XVIII. La sociedad ha cambiado desde finales del siglo XV con la aparición del Renacimiento y los movimientos posteriores a éste. La mente del hombre se ha ido transformando y ha ido evolucionando, se ha convertido en un ser pensante tratando de buscar respuesta a todos sus cuestionamientos. El hombre ya puede decidir si quiere regirse por los cánones eclesiásticos imperantes o ir por el camino más empírico, aquel que le exige la razón. Cuando todo esto comenzó a forjarse, uno de los procesos más grandes de la historia se llevó a cabo: la revolución industrial. A partir de este momento, la vida cambia automáticamente y da un vuelco gigante en todo ámbito, ya sea cultural, urbano, social, intelectual, etc. De a poco se va forjando una nueva sociedad en la cual la mecánica y la ingeniería pasan a tomar el poder desplazando a la carpintería y a la arquitectura. (1)

Enero de 1887.
Dibujo aéreo de la Exposición Universal de 1889, con la Torre a la entrada.

Existen dos ámbitos dentro de la modernidad secundaria (data de la revolución industrial en adelante). Uno de ellos es todo lo que está relacionado con los términos sociales y otro intelectual. Los términos sociales están netamente relacionados con la civilización industrial mientras que la intelectual está fuertemente arraigada en laIlustración. El pensamiento ilustrado prácticamente crea las bases de lo que podemos llamar edad contemporánea debido a que esto comienza a generar la era de las revoluciones, como la conocida revolución francesa. Ahora, Francia es considerado el país moderno por excelencia dentro del mundo, a pesar de que Gran Bretaña era una potencia de gran jerarquía, podemos apreciar muchos más matices dentro de lo que corresponde a los términos sociales, ya sea de urbanización, transporte y costumbres modernas adquiridas. En términos culturales e intelectuales, la influencia más palmaria son los philosophes o las personas que eran consideradas ilustradas.Enlazado a esto encontramos que el tema de la modernidad necesariamente tiene que relacionarse con el término cultura. La cultura ha ido evolucionando a través de la modernidad, pero hay que dejar en claro que la cultura adquirida por la sociedad no sólo corresponde a las sociedades occidentales como planteaba Max Weber. La modernidad se ha desarrollado en todo el mundo de forma independiente, de acuerdo al desarrollo correspondiente de cada país o continente. La etapa moderna pertenece a un convenio cultural que se resuelve de distintas maneras de acuerdo a las diferentes formas de vida. La modernidad en Gran Bretaña se dio de una forma totalmente industrializada de acuerdo a los nuevos cánones establecidos por el avance tecnológico, y hablo del trabajo, la economía y la sociedad como tal. Mientras que en el lejano oriente, en China, podemos ver cómo la población sigue creciendo cada vez más, pero no se debe a las gracias y bondades de la era industrial, sino que se debe  al método elaborado milenario de trabajo disciplinado, prácticamente sólo vemos trabajo de campo, agricultores y ganaderos que trabajan como una colonia de hormigas (lo digo como analogía y no porque verdaderamente lo crea). Si hablamos en términos de modernidad en China, nos referimos a las influencias de tipo política que adquirió en el siglo XX con la llegada del comunismo.

Una típica calle parisina antes de Haussmann
París de Haussmann.

Volviendo a lo que es el tema Francia en la modernidad, se pueden realizar análisis estructurados de diversos temas. Uno de ellos va de la mano con la civilización industrial y es el tema de la urbanización. Ya que la economía de éste país se fue dilatando después de las revoluciones, se aprecia un gran avance dentro de lo urbano, desde el rubro del transporte siendo consecuencia de la expansión limítrofe (dentro de su propio territorio). En los medios de transporte vemos que los carruajes sólo eran utilizados por la gente perteneciente a la aristocracia. Este modelo social fue cambiando conforme el crecimiento de la población y las oportunidades laborales. Alrededor de 1860 – 1870, se crearon líneas de omnibuses que transportaban una gran cantidad de personas, y esto siguió en ascenso hasta la invención del tren subterráneo a vapor. El transporte público no sólo había llegado a un punto máximo de comodidad para al gente, sino que también de velocidad. De aquí nace otro factor muy importante que es muy contemporáneo: el factor tiempo. Ya creados medios de transporte más rápidos y eficaces, existió la posibilidad de tener horarios. Se crearon relojes mecánicos que se guiaban por la hora de París, hasta que se llegó al convenio de la hora Greenwich. Louis Verón dijo: “El precio del tiempo altera el paso de las personas.” De esta aseveración se conoce el cambio de ritmo que se atribuye la nueva sociedad moderna. Ahora, en el ámbito de la urbanización, existió un alcalde francés que impartió nuevas formas de concebir la vía de circulación. Haussmann se encargó de agrandar el ancho de las calles hasta 14 mts. y más, dándole gran importancia debido a los nuevos medios de transporte. Creó lo que actualmente se conoce como boulevard o avenida. Un estudioso de la urbanización llamado Eugene Hérby analiza las grandes ciudades de Europa como París, Londres o Moscú. Se dio cuenta que la gente se aglomeraba en torno a un punto, lo que se conocería posteriormente como el centro de la ciudad. Hérby dijo que la circulación dentro de una ciudad es equivalente a la circulación de la sangre dentro del organismo, y esencial a su vez para poder formar los centros de aglomeración. (2) También se comenzaron a construir calles de largas distancias debido a que se dieron cuenta que era más fácil llegar de un lugar a otro en línea recta. Relacionado con este mismo tema, llegamos al punto de las construcciones, que también forman parte muy importante del proceso de urbanización. La revolución industrial y la arquitectura se encuentran relacionadas en la medida de que la primera llevó al uso cotidiano del metal como elemento de trabajo, dejando a la madera como una herramienta obsoleta. Esto queda más claro en la arquitectura moderna, que trabaja con grandes estructuras metálicas que pueden albergar mucho más pesos y armar mejores formas. De aquí parte el nacimiento de la ciudad moderna y sus dos divisiones que son el desurbanismo y el progresismo. También aparecen teóricos de la urbanización como Ebenezer Howard que plantea el método de la ciudad – jardín. Una de las estructuras más importantes creadas en Francia en la era moderna es la Torre Eiffel, creada por Gustave Eiffel. El ingeniero se refiere a su obra como una “muestra del arte del ingeniero moderno en el siglo de la industria y la ciencia.”

Ciudad Jardín, prototipo inglés.
Urban Sprawl: los suburbios sin fin.

Sentadas ya las bases de lo que fue la era moderna, se germinaron los cimientos de un nuevo acontecer que no sólo tenía que ver con estructuras sociales, sino que con estructuras individualizadas (sociológica y psicológicamente). Cuando se habla de postmodernidad, se habla también de nuestra era más contemporánea, a la extinción de la modernidad y sus costumbres. Ahora se adopta una nueva forma de vida, en todos los términos mencionados con anterioridad como urbanización, economía, sociedad, cultura, etc. Pero a partir del hecho en el que tratamos de separar dos etapas, no podemos dejar de hablar de la modernidad. Es muy importante no soltar ese tema y complementarlo con el de la postmodernidad debido a que no existe una sin la otra. Zygmunt Bauman enuncia: “se está formando un nuevo tipo de sociedad, cuyos contornos ya se pueden percibir vagamente.” Mientras que David Harvey concluye: “el postmodernismo es la inauguración de una nueva fase del capitalismo.” La teoría de Harvey está mucho más planteada al ámbito económico que social, siendo que la economía de la postmodernidad influye al máximo en el segundo mencionado, todo esto debido al ciclo del capitalismo. Analizando el término postmodernidad se pueden extraer tres temas de suma importancia: la realidad, la globalización y el consumismo. Cuando hablamos de realidad no hablamos de una realidad palpable ni representable. Esta realidad en la que estamos inmersos es demasiada extraña como para ser representada de alguna manera concreta. No tenemos la capacidad aún de entender la realidad como tal, sólo creemos que podemos crearla. La teoría platónica nos habla de una realidad percibida, que a su vez esa realidad es sólo una faceta de lo que en realidad es el mundo en el que vivimos. Lo que tratamos de imitar es ya una mímesis de lo que es nuestro mundo percibido. En términos postmodernos asociamos la realidad a los términos de creación y virtualidad. ¿Qué podemos definir como real hoy en día? Los medios de comunicación han llegado a dominar el mundo de lo “real” a su antojo. No podemos discernir entre lo que es verdad o mentira, no conocemos y se nos oculta un mundo que es mucho más lamentable para nosotros de lo que nos imaginamos en esta pseudo realidad. Se nos dicta que es lo que tenemos que ver y lo que tenemos que sentir, ya no existe la sorpresa en las personas, la moralidad y la ética han ido desapareciendo cada vez más rápido y no se han podido recuperar. Muchos plantean el siglo XX como el fin de la filosofía. Ahora todo está presente en base al método científico. La tecnología ha apoyado los estudios científicos de tal manera que ahora todo depende de eso. Hablamos de realidad como un ente dependiente de la tecnología postmoderna. La realidad que somos capaces de crear ahora es la animación por computación, la podemos ver en películas, juegos de distintas plataformas, incluso como una realidad virtual mucho más placentera que la realidad que percibimos. Todo esto se contrae al término de la globalización. Estas realidades inventadas por nosotros se dilatan y consiguen la unión de un mundo en el cual se considera que no existen fronteras.

Un caso ejemplar de esto es la unión europea. Los medios de comunicación avanzan cada vez más rápido con la tecnología y son capaces de difundirse por el mundo. David Lyon nos habla de esta era de la información y globalización refiriéndose a los giros postmodernos. Ejemplo: una ciudad de Canadá es azotada por una tormenta de nieve. La energía eléctrica ha desaparecido. En una ciudad tecnológica todo funciona a través de la electricidad, incluso los generadores de agua correspondientes a cada ciudad. No hay nada. El giro postmoderno al cual se refiere Lyon es que en otras partes del mundo la gente sabe cuál es la condición de las personas atrapadas en la tormenta, más que aquellos que están viviendo ésa experiencia (3). Ése es el término de la globalización que se plantea en la era tecnológica. Pero las nuevas tecnologías van dejando obsoletas a otras cosas que quedan en el tiempo y pasan al desván de las cosas olvidadas. ¿Qué pasa entonces? Se crea la necesidad de ir a la par con las tendencias evolutivas dentro del mercado. La economía se lanza y aparecen nuevas tendencias que generan una comodidad increíble como son los autos, la ropa, los medios audiovisuales, los electrodomésticos, etc. Ahora llegamos al tercer punto que es el consumismo. ¿Cuál es uno de los elementos más básicos generados por el hombre? La necesidad. Actualmente esto ha ido creciendo transformando a nuestra sociedad en una sociedad superficial y consumista. ¿Cómo llegamos a esto? A través de necesidades específicas que se nos plantearon por medio de la evolución tecnológica. Las corporaciones, las fábricas, las industrias juegan con nuestras necesidades básicas, como comer, dormir, estado de salud. La comodidad incluso es una necesidad básica en estos tiempos. Ahora vemos la existencia de una necesidad de un status social alto, que nos brinde una buena posición. De ahí nace el consumismo. Y todo esto es parte de un ciclo progresista. La era tecnológica seguirá evolucionando, lo más probable es que se de una nueva guerra de ciencias más adelante, pero el progreso continúa. Se ha creado un logo centrismo el cual ha hecho que la gente se transforme en superflua y en ser no pensante. Llegó un momento en particular en el cual el proletariado no aguantó más su condición explotada y se alzó como ser pensante contra el sistema al igual que las personas que llevaron a cabo la revolución francesa. El marxismo fue un renacer en contra la nueva monarquía absolutista tapada con la fachada de la democracia. El capitalismo inició la edad moderna y su fin la cerrará. Tenemos cuatro tendencias importantes que hablan sobre esto. Uno de ellos es Marx, que dice que la modernidad es un problema social en el que participan los capitalistas explotadores y los trabajadores alienados. Durkheim recurre a una fase interior del industrialismo, habla sobre una división del estado y la revolución feminista. Weber plantea su temor al decir que la racionalidad matará al espíritu humano y Simmel se refiere a la sociedad anónima en la que vivimos hoy en día y que cada vez se destruye más. Entonces, el progreso se está extinguiendo así mismo. Si estos hombres nos hablan de desgracias, de destrucción, de que todo está mal, con un pesimismo incluso peor que el de Schopenhauer, podemos decir que no vamos a ningún lado y que estamos atascados en un providencialismo sin salida. Este providencialismo que se viene tratando desde la época medieval a través de los escritos de San Agustín, nos habla sobre el tiempo de rotación. Que toda la historia de la humanidad está destinada a destruirse porque todo funciona en ciclos. La contraposición del providencialismo es el progresismo, que trata de darle esperanzas al hombre diciendo que su vida sí vale algo, que tiene un objetivo que cumplir y que este mundo en general lo tiene. Así podemos hablar de progreso. El progresismo va de la mano con todo tipo de evolución, pero al igual que el providencialismo, también tiene un punto en el que se detiene. Mejor dicho, es detenido por una fuerza mayor. Y es lo que vemos en la sociedad en estos momentos, lo que planteaba sobre la falta de moralidad y ética, la bondad hacia el prójimo, la pérdida de sorpresa, estamos en una etapa de nihilismo negativo. Como dijo Nietzsche hace más de un siglo atrás: “el nihilismo está a la puerta.” Este nihilismo radica en la tendencia a perder un impacto sobre todo lo que acontece. Y ése es el fin del progresismo personal. Las ciencias pueden evolucionar las ideas fundacionalistas. La tecnología puede avanzar, por ende, también el consumismo. O como dice Heidegger: “La esencia de la tecnología no es algo tecnológico.”

Consumerism, de Barbara Kruger

Después de haber hablado sobre la sociedad postmodernista y sus antecesores, puedo deducir que estamos en medio de un progreso evolutivo sin precedentes. El cambio de las sociedades y de las culturas, la intelectualidad humanista y las ciencias, las nuevas fases del capitalismo y los esquemas sociales anónimos en la cual sólo somos simples piezas de un puzzle mucho más grande de lo que podemos imaginar, el comercio y el consumismo en masa y la máquina v/s el hombre que lucha por su existencia. Veo un futuro mucho más decadente de lo que puedo ver el presente. ¿Estamos dentro de los marcos de un determinismo global del cual realmente no  tenemos escapatoria? No creo que ningún oráculo haya predicho la hora exacta y la forma de destrucción de la humanidad. Algún día llegará, pero puede que gracias a los mismos avances tecnológicos esa providencial extinción pueda ser detenida. La sociedad ha cambiado en dos siglos de una manera increíble, casi inesperada. La velocidad evolutiva se ha manifestado de maneras impensadas. O como decía Gary Woller refiriéndose a los cánones por los cuales se guiaban los ilustrados: “El postmodernismo está a punto de destronar a la trinidad de la Ilustración.” Estamos ante la puerta de un desconcierto total, en donde esta trinidad compuesta por la  razón, la naturaleza y el progreso quedarán abolidos para siempre. El giro postmoderno está presente, la esencia de nuestra sociedad moderna se corresponde con una paradoja sin compasión.

Artículo publicado originalmente en la revista Crítica el 14/12/2009. Todas las imágenes y sus descripciones agregadas por 35mm, no corresponden al artículo original.

Bibliografía:

(1)   Pijoan, J., Historia del Arte, Tomo 9, Salvat Editores, España, 1970.
Comentario realizado por Gustave Eiffel en relación a los nuevos esquemas de trabajo, en los cuales, con la creación de la torre homónima, no era necesaria la figura de los antiguos artesanos, si al contrario, de los artesanos de la modernidad.
(2)   Ortiz, Renato, Modernidad y Espacio. Benjamin en París, Grupo Editorial Norma, Colombia, 2000.
(3)   Lyon, David, Postmodernidad, Alianza Editorial S.A., España, 1999.

Para más información consultar:
La condición postmoderna: Jean François Lyotard
Teoría de la postmodernidad: Fredric Jameson
Ética postmoderna. Sociología y Política: Zygmunt Bauman
El fin de los tiempos: Francis Fukuyama

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