Cineteca Nacional: Programación especial en homenaje a Raúl Ruiz

Como una forma de rendirle homenaje a Raúl Ruiz, la Cineteca Nacional del Centro Cultural  Palacio La Moneda tiene programada una gran muestra de las películas del director. Las cintas serán exhibidas de forma gratuita y se inicia hoy con Palomita Blanca a las 18:00 horas. Lo mismo en caso del sábado, cuando se presentará Tres Tristes Tigres. En tanto, el domingo, la sala de Cine mantendrá, como estaba estipulado con antelación, la muestra de Días de Campo. Cabe destacar que en el microcine se mostrarán distintas cintas del realizador a las 15:30, 18:00 y 20:30 horas.

El ciclo se inaugura hoy  a las 18:00, con la presencia del Ministro de Cultura, actividad en la que se proyectará la Película Palomita Blanca, un clásico del cine chileno, realizada en 1973 y basada en la novela homónima de Enrique Lafourcade.

Ontología de lo fantástico

Nacido en Puerto Montt en 1941 y radicado en París tras el golpe militar de 1973, la obra de Ruiz es impresionantemente prolífica.  Consta de más de 100 películas de distintos formatos y extensiones, cuya realización sigue un método  completamente original y diferente del habitual, para explorar nuevas formas narrativas poniendo la historia al servicio de las imágenes. De este modo, el director primero filma la película y  luego escribe el guión siendo  en la edición donde se establece la narración definitiva. En su primera etapa realiza  un cine social y de compromiso político, en tanto que en Europa, su trabajo se torna experimental y de corte surrealista.

La carrera de Raúl Ruiz comenzó en el teatro de vanguardia, donde a partir de 1956 hasta 1962, escribió más de cine obras, aunque no dirigió ninguna de ellas. Nadie ha calculado, ni él mismo, cuántas películas integran su filmografía. En todo caso, es seguro que, ha realizado más de cien obras entre cortometrajes y largometrajes, ficciones y documentales. Algunas nunca fueron terminadas o exhibidas. La mayor parte nunca se ha visto en Chile, probablemente porque el cine de Ruiz es considerado demasiado experimental y poco comercial por las distribuidoras.

Debutó en el cine dirigiendo cortometrajes, entre 1960 y 1964, ambos inacabados. En 1968, con el estreno de su primer largometraje, Tres tristes tigres, se ubicó a la cabeza del emergente cine chileno, junto con Miguel Littín y Aldo Francia. Había estudiado teología y derecho por breve tiempo, y también fugaz fue su paso por la Universidad de Litoral, de donde huyó al detectar que la atención se concentraba en el cine documental, combativo y de denuncia.

Izquierdista comprometido con el gobierno marxista de Salvador Allende, aunque no dogmático ni adicto al realismo socialista, Ruiz tuvo que escapar del país durante el golpe fascista de 1973. Vivió en el exilio en París desde aquel año, y muy pronto encontró un foro para sus ideas en la TV europea. Su primer gran éxito europeo vino con La hipótesis del cuadro robado (1978); una película extraña en blanco y negro, adaptada de una novela por Pierre Klossowski, construida en un estilo de los tableaux vivants, que cuenta la historia enigmática de una pintura del siglo XIX desaparecida.

Un manipulador de las convenciones narrativas, y de especulaciones intelectuales cuyas reglas cambian constantemente, Ruiz sorprende por la diversidad de sus influencias: además de la adaptación Klossowski, se ha inspirado en Franz Kafka (La colonia penal, 1971), Racine (Bérenice, 1984), Shakespeare (Richard III, 1984), Calderón (La memoria de las apariencias: La vida es un sueño, 1986), Robert Louis Stevenson (Treasure Island, 1986), Orson Welles (su F for Fake es antecesora de La hipótesis del cuadro robado, 1978), y películas Clase B de Hollywood (Roger Corman fue el productor ejecutivo de El territorio, 1983).

Bajo la influencia de la tradición fabulística de la literatura latinoamericana (Gabriel García Márquez, Jorge Luis Borges, y Alfonso Reyes han sido citados como influencias), Ruiz es un poeta creador de imágenes fantásticas cuyas películas se deslizan sin esfuerzo entre la fantasía y la realidad, el onirismo y la vigilia intelectual. Como Godard (quien Ruiz reconoce en tanto temprana influencia y quien también está en deuda con las películas clase B), Ruiz no hace ninguna diferenciación entre “la alta cultura” de Racine o Calderon y el “arte bajo” de Roger Corman.

Terminada la dictadura en Chile, Ruiz ha regresado periódicamente al país. Al respecto ha expresado: “vivo en Chile, pero viajo once meses al año por Europa”. En estos últimos años comenzó a realizar actividades diversas: escribió novelas, cómics, dictó conferencias en universidades. Afortunadamente, decidió poner sus ideas por escrito en 1995, en su libro de ensayo Poética del cine. En 1999, realizó quizás su obra más ambiciosa: adaptar a Marcel Proust. El largometraje El Tiempo Recobrado le dio así credencial de cineasta de primer orden, saliendo en cierta manera del circuito de “especialistas” en el que se encontraba. Lo último que se le conoce es Cofralandes, rapsodia chilena, en donde retoma su antiguo tema fetiche: la chilenidad.

Fotografía: La Tercera

Programa Especial en homenaje a Raúl Ruiz

Viernes 19

18.00 h Sala Cine

Palomita blanca (Raúl Ruiz, 1973, 125min)

20.30 h –Microcine

Las tres coronas del marinero  (Raúl Ruiz, Francia, 1983, 117min)

Sábado 20

15.30 – Microcine

La colonia penal (Raúl Ruiz, Chile, 1971, 68min)

18.00 h – Microcine

El realismo socialista (Raúl Ruiz, Chile, 1973, 50min)

19.00  h – Sala Cine

Tres tristes tigres  (Raúl Ruiz, Chile, 1968, 105min)

20.30 h –Microcine

El tiempo recobrado (Raúl Ruiz, Francia, 1998, 158min)

Domingo 21

15.30 – Microcine

Diálogo de exiliados  (Raúl Ruiz, Francia, 1974, 107min)

18.00 – Miocrocine

Las soledades (Raúl Ruiz, Inglaterra, 1992, 17min)

La hipótesis del cuadro robado (Raúl Ruiz, Francia, 1979, 66min)

19.00 – Sala Cine

Días de campo (Raúl Ruiz, Chile-Francia, 2004, 89min)

Fuentes: Cineteca Nacional Cine Latinoaméricano